El Bosch Tech Day 2025 ha servido como escaparate para que la multinacional alemana muestre en Madrid el alcance de su estrategia tecnológica. Lejos de limitarse a una exhibición de productos, el evento ha revelado las líneas maestras de una transformación industrial que la compañía impulsa desde varias divisiones, con la inteligencia artificial como eje transversal. Bosch ha confirmado una inversión de más de 2.500 millones de euros en IA hasta 2027, un movimiento que refuerza su apuesta por tecnologías que no solo optimizan procesos, sino que también reconfiguran sectores enteros.
Según datos de la propia compañía, en 2024 destinó un 8,6% de sus ventas globales a I+D, lo que equivale a 7.800 millones de euros. Esta inversión sostiene una red de 87.000 empleados dedicados a investigación y desarrollo en 136 sedes repartidas por todo el mundo. En España, Bosch cuenta con unos 20 centros y una plantilla de 7.900 personas. Las ventas en el país alcanzaron los 2.488 millones de euros el último ejercicio.
Durante el evento, celebrado en la sede central de Bosch en Madrid, se puso el foco en cuatro pilares que, según la dirección de la empresa, sustentan su liderazgo tecnológico: fuerza innovadora, conocimiento multisectorial, capacidad de producción avanzada y una perspectiva «glocal». Javier González Pareja, presidente del Grupo Bosch para España y Portugal, subrayó que esta combinación permite a la compañía conectar industrias, escalar tecnologías y adaptarlas a contextos locales sin perder visión global.
La movilidad fue uno de los ejes centrales del encuentro. Bosch mostró sus avances en el concepto de Software Defined Vehicle, donde el software controla funciones clave del vehículo, desde la gestión energética hasta la personalización de la experiencia de conducción. «El software se convierte en el elemento clave en relación con el funcionamiento y rendimiento del vehículo», explicó Ricardo Olalla, vicepresidente de ventas de Bosch Mobility para España y Portugal. Esta transición hacia vehículos definidos por software no es solo una cuestión técnica: implica un rediseño completo de la arquitectura automotriz y una nueva forma de entender la propiedad y el mantenimiento del coche.
En paralelo, la compañía ha reforzado su apuesta por el hidrógeno como vector energético. Presentó su stack PEM de 1,25 MW, fabricado en Bamberg (Alemania), como parte de una estrategia que abarca toda la cadena de valor del hidrógeno. En el ámbito doméstico, sorprendió con placas de cocción adaptadas al uso de hidrógeno verde, una propuesta que, aunque aún incipiente, apunta a un futuro donde la descarbonización del hogar será tan relevante como la del transporte.
La división de Industrial Technology también ocupó un lugar destacado. Bosch mostró soluciones de automatización, robótica colaborativa e IoT industrial orientadas a la eficiencia y flexibilidad de las fábricas inteligentes. En este terreno, la empresa no solo desarrolla tecnología, sino que la aplica en sus propias plantas, lo que le permite validar procesos antes de ofrecerlos al mercado. Desde 2023, todos sus productos y soluciones incorporan inteligencia artificial o han sido desarrollados con su ayuda.
En el área de Consumer Goods, Bosch presentó electrodomésticos inteligentes y herramientas eléctricas con mejoras en eficiencia energética, conectividad y diseño. Aunque este segmento suele quedar en segundo plano frente a las divisiones industriales, representa una vía directa de transferencia tecnológica al consumidor final. La integración de IA en estos productos no solo mejora su rendimiento, sino que también permite recopilar datos de uso que pueden retroalimentar el desarrollo de nuevas funcionalidades.
Por su parte, la división de Energy and Building Technology expuso soluciones para edificios más sostenibles, desde sistemas de climatización inteligente hasta plataformas de gestión energética. En este ámbito, la conectividad y la interoperabilidad entre dispositivos se presentan como elementos clave para reducir el consumo energético sin comprometer el confort o la seguridad.
El enfoque «glocal» de Bosch, que combina presencia internacional con adaptación local, se traduce en una red de más de 450 sedes en más de 60 países. Esta estructura permite no solo una producción distribuida, sino también un acceso más ágil a talento diverso y a necesidades específicas de cada mercado. En el caso de España, esta estrategia se refleja en la colaboración con centros de investigación locales y en la adaptación de productos a normativas y preferencias regionales.
Aunque la narrativa corporativa insiste en la coherencia de su visión tecnológica, el despliegue de Bosch no está exento de tensiones. La integración de IA en todos los niveles de producción y producto plantea desafíos éticos, regulatorios y de ciberseguridad que aún están lejos de resolverse. Además, la apuesta por el hidrógeno, aunque ambiciosa, se enfrenta a una infraestructura aún incipiente y a costes que siguen siendo una barrera para su adopción masiva.
El Bosch Tech Day 2025 ha dejado claro que la compañía no solo quiere liderar la innovación tecnológica, sino también moldear los marcos industriales donde esa innovación se aplica. Sin embargo, el ritmo al que se desarrollan las tecnologías emergentes y la presión por cumplir objetivos de sostenibilidad obligan a una revisión constante de sus estrategias. En ese equilibrio entre anticipación y adaptación se juega buena parte del futuro de Bosch.
