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Austria impulsa su soberanía digital con Nextcloud en el sector público

Austria impulsa su soberanía digital con Nextcloud en el sector público

  • El Ministerio de Economía de Austria adopta Nextcloud en su infraestructura propia y refuerza su control sobre los datos conforme al RGPD y la directiva NIS2.
Nextcloud

La decisión no ha pasado desapercibida en los círculos tecnológicos europeos. El Ministerio Federal de Economía, Energía y Turismo de Austria (BMWET) ha completado la adopción de Nextcloud como plataforma de colaboración digital, operando íntegramente sobre infraestructura propia ubicada dentro del país. Una apuesta que, más allá de lo técnico, apunta directamente a uno de los debates estratégicos más relevantes en la administración pública europea: la soberanía digital.

En menos de un año, el ministerio ha desplegado una alternativa funcional a las soluciones de nube más extendidas, muchas de ellas de origen estadounidense, asumiendo directamente la gestión, custodia y operativa de sus datos. Esta iniciativa no solo cumple con las exigencias del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), sino que también se anticipa a los requerimientos de la directiva NIS2 sobre seguridad de redes y sistemas de información.

Una respuesta estructural al riesgo de dependencia tecnológica

El movimiento parte de un diagnóstico claro. La dependencia de infraestructuras tecnológicas foráneas plantea riesgos jurídicos y estratégicos, especialmente cuando se trata de datos sensibles del sector público. Un análisis de riesgos realizado por el propio ministerio identificó que las plataformas de colaboración de origen no europeo podían generar incertidumbre respecto al tratamiento y protección de la información confidencial.

Frente a ese escenario, BMWET optó por Nextcloud, una solución de código abierto desarrollada en Europa que permite a las organizaciones mantener el control total sobre su entorno digital. La decisión se tradujo en una plataforma funcional para aproximadamente 1.200 empleados, desplegada en pocos meses tras una fase piloto, con un enfoque que combinó formación, comunicación y una integración gradual con los sistemas ya existentes.

“Somos responsables de una gran cantidad de datos confidenciales de empleados, empresas y ciudadanos”, señala Florian Zinnagl, director de seguridad de la información del ministerio. “Por eso consideramos fundamental no depender exclusivamente de soluciones en la nube de proveedores no europeos”.

Modernización sin ruptura: interoperabilidad y aceptación interna

Pese al giro hacia soluciones propias, el BMWET no ha optado por una ruptura total. Herramientas como Microsoft Teams siguen formando parte del entorno digital del ministerio, aunque con una perspectiva de transición hacia modelos más autónomos. Según Martin Ollrom, director de informática del BMWET, la clave fue asegurar la interoperabilidad: integrar la nueva solución sin perturbar los flujos de trabajo existentes.

Ese equilibrio permitió modernizar el catálogo digital del ministerio sin introducir fricciones innecesarias. “Una campaña de comunicación clara, sesiones de formación y una implantación por fases facilitaron la aceptación”, explica Ollrom. La aceptación, en este caso, no fue anecdótica: fue una condición esencial para que la estrategia tecnológica no se estancara en una declaración de intenciones.

De lo técnico a lo estratégico: el código abierto como herramienta de política pública

Lo relevante del caso no reside únicamente en la implementación de una plataforma específica. El movimiento del ministerio austriaco se inscribe en una corriente más amplia que interpreta el software libre y las infraestructuras propias como palancas de autonomía política y resiliencia digital. Un enfoque que se ha hecho visible también en otras administraciones europeas, como la del estado alemán de Schleswig-Holstein, que ha completado la migración a entornos de código abierto en su estructura de gobierno.

“El ejemplo de Schleswig-Holstein demuestra que el código abierto no es solo una elección técnica, sino estratégica”, destaca Zinnagl. El ministerio austriaco mantiene contacto con los responsables del proyecto alemán y está evaluando posibles paralelismos y aprendizajes. Este intercambio entre administraciones públicas europeas refleja una creciente voluntad de construir soberanía tecnológica más allá del plano discursivo.

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Frank Karlitschek, fundador y CEO de Nextcloud, interpreta esta decisión como una señal clara hacia otras instituciones: “El hecho de que el Ministerio de Economía de Austria tome la iniciativa en este ámbito refuerza la idea de que incluso proyectos tecnológicos complejos pueden ejecutarse con éxito si hay voluntad política y capacidad técnica”.

Una tendencia en consolidación dentro del espacio europeo

El caso austriaco se suma a una serie de movimientos que, aunque todavía incipientes, dibujan un patrón reconocible. Cada vez más instituciones públicas exploran alternativas tecnológicas que les permitan reducir su dependencia de grandes plataformas extranjeras, sobre todo cuando el control de datos estratégicos está en juego. La directiva NIS2, cuya aplicación se extiende a infraestructuras críticas y organismos públicos, refuerza esta dinámica al exigir estándares más altos de seguridad operativa y gestión de riesgos.

En este contexto, Austria marca un precedente al demostrar que la soberanía digital no es un ideal abstracto, sino una posibilidad tangible si se abordan los desafíos desde una perspectiva técnica, jurídica y organizativa a la vez. La experiencia de BMWET muestra que no es necesario elegir entre funcionalidad y control, ni entre modernización y autonomía.

El impacto real de esta transformación aún está por medirse. Sin embargo, el movimiento estratégico del ministerio austriaco podría impulsar a otros gobiernos a reconsiderar sus propias arquitecturas digitales. En un momento de redefinición de la infraestructura pública en Europa, esa posibilidad no parece menor.

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