Bit2Me, la firma española especializada en servicios de criptoactivos, ha reconfigurado su cúpula directiva con el nombramiento de Andrei Manuel como Co-CEO y la incorporación de Pablo Campos como nuevo Chief Operating Officer (COO). La decisión, aprobada esta semana por el consejo de administración, se enmarca en una estrategia más amplia para reforzar su presencia internacional y consolidar su posición en el ecosistema europeo de activos digitales.
Manuel, cofundador de la compañía y hasta ahora COO, asumirá un rol centrado en la estrategia corporativa y el desarrollo global del negocio. Campos, por su parte, llega con experiencia en compañías como Google y Stellantis, donde ha liderado procesos de transformación digital y expansión operativa. Su incorporación apunta a profesionalizar aún más la gestión interna de Bit2Me, en un momento en que la regulación europea sobre criptoactivos empieza a tomar forma definitiva.
Según ha confirmado la empresa, la reestructuración también afecta a su base accionarial. Bit2Me ha formalizado un consejo estratégico respaldado por inversores como Telefónica, Unicaja, Inveready, Tether e Invescorp. Además, está en negociaciones para incorporar un nuevo fondo de inversión de tamaño similar al de Tether, lo que ampliaría su capacidad financiera y su red de influencia institucional.
El movimiento no es menor. Bit2Me fue la primera empresa en España registrada por el Banco de España como proveedor de servicios de criptoactivos, y también la primera fintech de habla hispana autorizada por la CNMV como Proveedor de Servicios de Criptoactivos (CASP). En un entorno donde la regulación MiCA (Markets in Crypto-Assets) de la Unión Europea está a punto de entrar en vigor, contar con una estructura de gobierno sólida y una base inversora diversificada se ha convertido en una ventaja competitiva más que en una garantía de estabilidad.
“Estamos en un punto de inflexión”, ha señalado Pablo Campos en declaraciones recogidas por la compañía. “La regulación está generando más confianza entre los usuarios, y eso se traduce en una mayor adopción. Bit2Me tiene una oportunidad real de liderar ese proceso en Europa y América Latina”.
Aunque la narrativa institucional apunta a un crecimiento sostenido, el contexto del mercado cripto sigue marcado por una volatilidad estructural. La entrada de fondos institucionales como Tether o Invescorp puede interpretarse como una señal de madurez, pero también plantea interrogantes sobre el grado de autonomía operativa que Bit2Me podrá mantener en el futuro. En paralelo, la competencia en el sector se intensifica, con exchanges globales como Binance o Coinbase reforzando su presencia en el mercado europeo.
La compañía, sin embargo, ha construido una base operativa sólida. Cuenta con certificaciones internacionales como ISO 27001 en seguridad de la información, ISO 22301 en continuidad de negocio o ISO 37001 en prevención del soborno. Además, mantiene una fuerte apuesta por la formación a través de Bit2Me Academy, una plataforma educativa que ofrece más de 450 artículos y cursos certificados sobre criptomonedas en español.
Desde su fundación hace más de una década, Bit2Me ha transitado de ser un exchange emergente a convertirse en un actor regulado con ambiciones globales. El refuerzo de su equipo directivo y la evolución de su estructura accionarial parecen responder a una lógica de escalado, pero también a la necesidad de adaptarse a un entorno regulatorio más exigente y a una competencia cada vez más sofisticada.
La incógnita ahora es si la compañía logrará mantener su agilidad operativa y su cercanía con el usuario —dos de sus principales atributos— en una etapa marcada por la institucionalización y el crecimiento corporativo. Mientras tanto, el sector observa con atención cómo se articula esta nueva fase, en la que Bit2Me aspira a jugar un papel más allá del mercado ibérico.
