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Competitividad europea: datos e infraestructura cloud ante la IA

Competitividad europea: datos e infraestructura cloud ante la IA

  • La competitividad en Europa depende de la infraestructura cloud, la gestión del dato y la IA, con retos en energía, regulación y talento digital en España.
Competitividad europea: datos e infraestructura cloud ante la IA - AMETIC - Santander39

En el marco del 39º Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones, organizado por AMETIC en Santander, se celebró una mesa redonda titulada Datos, IA y competitividad: construyendo el futuro desde la infraestructura de nube. La sesión, moderada por Antonio Cimorra, director de Comisiones de AMETIC, reunió a responsables institucionales y directivos de Google Cloud, Amazon Web Services, BT y la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial.

El debate abordó cuestiones estructurales relacionadas con la economía del dato, la gobernanza digital, la soberanía tecnológica y los desafíos energéticos y de talento que enfrenta Europa ante la expansión de la inteligencia artificial.

Cloud, IA y competitividad: una ecuación interdependiente

María Álvarez, responsable de Relaciones Gubernamentales de Google Cloud Iberia, abrió el turno de intervenciones subrayando la convergencia entre computación en la nube, inteligencia artificial y datos como elementos estructurales para la mejora de la competitividad. En su intervención, recordó el informe Draghi sobre competitividad europea, que alertaba sobre el retraso del continente frente a Asia y Estados Unidos en digitalización e infraestructuras tecnológicas.

Según Álvarez, aunque el crecimiento de la nube es sostenido —con tasas superiores al 20% anual—, dos tercios de las empresas aún no tienen la mitad de sus cargas de trabajo en la nube. En España, únicamente el 33,1% de las organizaciones utiliza soluciones cloud, lo que sitúa al país en el puesto 23 de la UE en adopción de la nube, y en el 14º en inteligencia artificial, según datos compartidos durante el evento.

La directiva señaló además que la nube pública ofrece ventajas en términos de eficiencia energética. En el caso de Google, sus centros de datos han reducido un 12% sus emisiones de CO₂ en 2024 respecto al año anterior, a pesar de un aumento del 27% en el consumo eléctrico. Este resultado se atribuye al uso de TPUs de séptima generación (Ironwood), con una eficiencia casi 30 veces superior a la de sus predecesores.

En relación con el papel de España, destacó la infraestructura de conectividad, la densidad de nodos EDGE y la apuesta geoestratégica como factores que han favorecido la inversión en nuevas regiones cloud, como la abierta en Madrid en 2022 y el despliegue de cables submarinos entre Estados Unidos y España.

Competitividad europea: datos e infraestructura cloud ante la IA - AMETIC - Santander39
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Centros de datos y sostenibilidad: entre la eficiencia y la demanda energética

David Blázquez, director de Relaciones Institucionales de AWS para España y Portugal, centró su intervención en la sostenibilidad de los centros de datos, que consideró esencial en el contexto actual de crecimiento exponencial de cargas de computación vinculadas a la IA generativa.

Blázquez utilizó la analogía del transporte para ilustrar que, al igual que existen medios más o menos sostenibles, también hay centros de datos con eficiencias muy dispares. Según datos de estudios externos mencionados, la migración de cargas a centros de datos de AWS permite reducir la huella de carbono entre un 80% y un 99% respecto a infraestructuras tradicionales europeas. Añadió que, además de una motivación ambiental, existe un incentivo económico evidente: «el mejor vatio es el que no consumes», señaló, destacando la presión que ejercen los propios clientes sobre sus proveedores para optimizar los recursos energéticos.

Telecomunicaciones: el eslabón olvidado de la infraestructura digital

Rocío Sáenz, directora para el sur de Europa, Oriente Medio y África en BT, reclamó una mayor atención al papel de las redes de telecomunicaciones en el ecosistema de la inteligencia artificial. Advirtió que las actuales infraestructuras no están preparadas para los nuevos patrones de tráfico que impone la IA —como el tráfico entre nubes o desde el edge a múltiples dispositivos— y que muchas redes resultan insuficientes para responder a la latencia, disponibilidad y volumen que exigen los modelos actuales.

Sáenz subrayó que los operadores deben asumir un rol clave como facilitadores de una infraestructura escalable, resiliente y observable, para que las organizaciones puedan gestionar con mayor precisión los flujos de datos. Como ejemplo, destacó la red Global Fabric de BT, diseñada para interconectar nubes y adaptarse a las demandas de la IA, con una reducción del 79% en consumo energético frente a redes tradicionales.

Gobernanza del dato y visión pública: España y el impulso estratégico

Ruth del Campo, directora general del Dato en la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial (SEDIA), abordó el estado actual de la economía del dato en España, destacando que representa ya el 4% del PIB nacional, y sitúa al país en la quinta posición a nivel europeo en este ámbito.

Del Campo señaló que la Administración ha avanzado en estrategias de datos, tanto desde el punto de vista de gobernanza como de aprovechamiento interno. Mencionó iniciativas como el Plan de Impulso de Espacios de Datos, que contempla 11 actuaciones y más de 300 millones de euros destinados a proyectos sectoriales en salud, movilidad o agricultura. También destacó el papel del Centro de Referencia, cuyo objetivo es apoyar la ejecución efectiva de estos proyectos, y la próxima convocatoria del “Kit Espacio de Datos”, pensada para facilitar la participación de nuevas organizaciones.

La directora del Dato incidió además en la importancia de mejorar la cultura data-driven dentro de la propia Administración, donde aún predominan enfoques orientados a la publicación (open data) por encima del uso y análisis interno. A este respecto, reclamó una institucionalización de la figura del Chief Data Officer en todos los organismos públicos.

Soberanía digital y multicloud: una cuestión de equilibrio estratégico

El debate también abordó la relación entre innovación y soberanía digital. Según María Álvarez, el control del dato es el punto central en cualquier definición de soberanía, especialmente en un contexto geopolítico complejo como el actual. Subrayó que el enfoque europeo debe aspirar a una «interdependencia tecnológica» y que la industria europea no está en condiciones de reemplazar a los grandes proveedores internacionales, pero sí de colaborar con ellos de forma regulada.

En este sentido, Google aplica distintos niveles de soberanía técnica y legal según la tipología del dato y el contexto nacional, en colaboración con entidades locales como Indra en España o Thales en Francia. La flexibilidad multicloud, el control de llaves de cifrado y la localización del dato son mecanismos utilizados en sectores como emergencias, defensa o servicios públicos.

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Inteligencia artificial accesible y aplicada: democratización tecnológica

David Blázquez subrayó que uno de los principales aportes de la nube y la IA es su creciente accesibilidad. Comparó la situación actual con la adopción masiva del automóvil en España a partir de los años 60: la posibilidad de acceder a tecnología antes reservada a grandes corporaciones permite que pymes y administraciones incorporen soluciones avanzadas sin necesidad de grandes inversiones.

Añadió que el crecimiento de infraestructuras en España debe venir acompañado de disponibilidad energética adecuada. Señaló que la conectividad ya está resuelta, pero que la digitalización requiere «electricidad ordenada», lo que implica una coordinación regulatoria y de planificación industrial.

Talento digital: un cuello de botella estructural

Uno de los puntos más recurrentes durante la mesa fue el déficit de talento especializado. Blázquez advirtió de la escasez de perfiles técnicos para la operación de centros de datos, tanto en el plano físico como en el digital. Desde AWS, recordó, existe el compromiso de formar a 500.000 personas en España en competencias digitales antes de 2027, de las cuales más de 200.000 ya han sido capacitadas desde 2017.

Sáenz coincidió en la necesidad de generar interés por la tecnología desde edades tempranas y de coordinar esfuerzos entre industria, administración y centros educativos.

Un marco normativo en revisión: regulación y simplificación

Álvarez cerró su intervención con una reflexión sobre el próximo reglamento europeo sobre cloud e IA, previsto para 2026. Subrayó la importancia de evitar solapamientos con directivas ya existentes, como la Directiva de Eficiencia Energética, y pidió que la futura norma contribuya a armonizar requisitos para facilitar la apertura de centros de datos, cuya tramitación puede prolongarse entre cinco y siete años. También reclamó que el futuro marco incluya herramientas de contratación pública más ágiles, como un acuerdo marco para servicios de IaaS.

Por su parte, Del Campo compartió dos ejemplos de proyectos destacados: el Espacio Nacional de Datos de Salud, desarrollado con el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, y un asistente digital interno empleado para el diseño y seguimiento del Plan de Impulso de Espacios de Datos, que ha permitido reducir significativamente los tiempos de evaluación.

Sostenibilidad, regulación y cooperación: próximos pasos en la agenda digital

La mesa redonda puso de manifiesto que la infraestructura de nube, la economía del dato y la inteligencia artificial no pueden desarrollarse de forma aislada. Las organizaciones presentes coincidieron en que el avance requiere una cooperación sistemática entre operadores, proveedores tecnológicos, administraciones y usuarios, con una aproximación multilateral y regulada a la soberanía digital. La mejora de la eficiencia energética, la planificación del talento y la simplificación normativa son retos comunes que determinarán si Europa logra posicionarse estratégicamente en el nuevo orden tecnológico global.

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