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España afianza su liderazgo digital en Europa con conectividad récord, resiliencia tecnológica y apuesta por los semiconductores

España afianza su liderazgo digital en Europa con conectividad récord, resiliencia tecnológica y apuesta por los semiconductores

  • España lidera la conectividad digital en Europa, acelera la ejecución de fondos europeos y apuesta por semiconductores y resiliencia de redes para consolidar su autonomía tecnológica.
Antonio Hernando Vera, secretario de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, y Francisco Hortigüela, presidente de AMETIC

España se ha consolidado como uno de los países más avanzados en conectividad digital de la Unión Europea, gracias a una estrategia sostenida de inversión en infraestructuras, a la colaboración público-privada y a una visión compartida entre administraciones y empresas. Así lo destacaron el secretario de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales y el presidente de AMETIC en una conversación durante la segunda jornada del La segunda jornada del 39º Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones de AMETIC.

La clave del debate fue el consenso: consenso político, consenso institucional y consenso con el sector privado, un hecho poco habitual en el panorama actual. Ese acuerdo ha permitido a España convertirse en referente europeo en fibra óptica, avanzar en 5G y abrirse camino en sectores estratégicos como los semiconductores.

Antonio Hernando Vera, secretario de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, y Francisco Hortigüela, presidente de AMETIC
Antonio Hernando Vera, secretario de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, y Francisco Hortigüela, presidente de AMETIC

Conectividad: la base del liderazgo digital de España

El secretario de Estado fue categórico: primero fue la conectividad, después todo lo demás. España cuenta con una cobertura de fibra óptica del 95%, y en entornos rurales alcanza ya el 86%, frente al 58% de media en la Unión Europea.

Estos datos sitúan a España en la vanguardia europea, confirmados por el último informe sobre el estado de la Década Digital de la Comisión Europea. El directivo de una gran operadora resumía esta posición con una frase gráfica: “España es una de las joyas de la corona” en materia de infraestructuras de telecomunicaciones.

Este despliegue masivo no habría sido posible sin una apuesta decidida por la colaboración público-privada, en la que tanto administraciones locales y autonómicas como empresas del sector han trabajado de manera coordinada. Proyectos como Escuela Conectada han sido pioneros en Europa y garantizan que la conectividad llegue a centros educativos y zonas rurales, favoreciendo la cohesión territorial y la igualdad de oportunidades.

Fondos europeos: el gran acelerador de la digitalización

El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) ha supuesto un punto de inflexión en la capacidad de inversión del país. Desde 2021 se han movilizado 4.000 millones de euros en infraestructuras digitales, una cifra que en circunstancias ordinarias habría requerido muchos más años para materializarse.

Las partidas más destacadas incluyen:

  • 1.000 millones de euros en despliegue de fibra.
  • 1.000 millones en despliegue de redes 5G.
  • 500 millones en cables submarinos estratégicos.
  • 500 millones en el Perte Chip, con un papel central de IMEC en Málaga.
  • 500 millones en ciberseguridad, reforzando las capacidades del INCIBE.

En paralelo, en 2025 se están ejecutando 1.257 millones de euros en ciberseguridad, con un grado de licitación cercano al 80%. El objetivo del Gobierno es alcanzar el 100% de ejecución antes de junio de 2026, garantizando un efecto transformador real en la economía digital española.

La clave, según el secretario de Estado, es que estos fondos no se conviertan en un fin en sí mismo, sino en un instrumento para acelerar la modernización del país, y que tras su finalización se mantenga una estrategia inversora sostenida con recursos nacionales y privados.

El reto del 5G y la resiliencia de las redes

A pesar de los avances, no todo está resuelto. En el ámbito del 5G, la cobertura alcanza un 95% en zonas urbanas, pero en entornos rurales aún dos de cada diez habitantes carecen de acceso. Este déficit dificulta la digitalización del sector agroalimentario, uno de los más sensibles a la falta de conectividad total.

Otro desafío clave es la resiliencia de las redes ante situaciones críticas. El apagón eléctrico reciente y fenómenos meteorológicos extremos como la DANA evidenciaron que la conectividad cae a medida que se agotan las baterías de antenas y equipos. La dependencia directa de la electricidad hace que telecomunicaciones y energía estén hoy más interconectadas que nunca.

El Gobierno prepara consultas con el sector para reforzar la autonomía energética y la resiliencia de las infraestructuras críticas, de manera que en caso de emergencias la ciudadanía y las empresas puedan seguir conectadas.

Un consenso político poco habitual

Uno de los puntos más destacados de la conversación fue el reconocimiento de que, a diferencia de otros ámbitos, en digitalización existe un consenso político transversal. Ninguna comunidad autónoma ni ayuntamiento ha rechazado proyectos de conectividad o inversión digital; al contrario, existe una demanda creciente de colaboración.

Este consenso, poco habitual en el contexto político español y europeo, ha permitido un despliegue más rápido, estable y coordinado, evitando bloqueos y acelerando la ejecución de proyectos estratégicos.

SETT: un año de impulso a la autonomía tecnológica

La Sociedad Española de Transformación Tecnológica (SETT), creada en 2024, cumple poco más de un año de vida y ya gestiona proyectos estratégicos en sectores de alto impacto.

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Ulrich Ahle, CEO, Gaia-X

SETT articula su acción en tres fondos principales:

  • Perte Chip, centrado en semiconductores.
  • Nestec, dedicado a tecnologías profundas y avanzadas.
  • Hub Audiovisual, para la modernización del sector de contenidos digitales.
  • Entre los proyectos más relevantes destacan:
  • IMEC en Málaga, referente europeo en semiconductores.
  • Multiverse en Donostia, enfocado en computación cuántica.
  • Sateliot en Barcelona, con desarrollos en satélites IoT.
  • Buttis en Canarias, especializado en metrología de obleas.
  • Spark en Vigo, impulsando chips fotónicos.

El secretario de Estado subrayó que las inversiones de SET se distribuyen en todo el territorio para evitar concentraciones y favorecer la cohesión regional. Además, el modelo de inversión está diseñado para reforzar la autonomía tecnológica de España y Europa, reduciendo la dependencia de proveedores externos en sectores críticos.

Un modelo público-privado no intrusivo

Una de las características diferenciales de SET es su enfoque de “socio, no controlador”. El Estado nunca supera el 49% de participación en las empresas apoyadas, lo que garantiza que su papel sea de impulso y acompañamiento, sin ánimo de control político.

Este modelo híbrido de capital riesgo público refuerza la confianza del sector privado y asegura que las inversiones se destinen a proyectos con potencial transformador. Según el secretario de Estado, se trata de una fórmula innovadora en Europa que podría convertirse en referencia para otros países en la gestión de fondos estratégicos.

España como hub digital del sur de Europa

Más allá de los indicadores internos, España empieza a consolidarse como un actor de relevancia internacional en materia digital. El despliegue de cables submarinos estratégicos, la posición geográfica como puerta de entrada de datos entre Europa, África y América, y la fortaleza de sus infraestructuras hacen que el país esté en condiciones de competir como hub digital del sur de Europa.

Para las empresas tecnológicas y de telecomunicaciones, esto significa oportunidades de inversión, crecimiento y atracción de talento en un entorno cada vez más competitivo a nivel global.

Una década decisiva para España

España ha demostrado que la combinación de visión estratégica, consenso institucional y colaboración público-privada puede situar al país en posiciones de liderazgo en el ámbito digital. Sin embargo, los próximos años serán decisivos para consolidar esos avances:

  • Ejecución total de los fondos europeos antes de 2026.
  • Cobertura 5G universal, incluyendo las zonas rurales.
  • Refuerzo de la resiliencia de redes ante crisis energéticas y climáticas.
  • Impulso sostenido a la industria de semiconductores y tecnologías estratégicas.

La digitalización ya no es solo un vector de modernización, sino una condición indispensable para la competitividad, la autonomía tecnológica y la cohesión social de España y Europa.

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