El calendario no suele detenerse en las comidas de Navidad, pero en ocasiones coincide con momentos que invitan a mirar atrás y también hacia adelante. En el encuentro anual de Fujitsu con los medios en España, celebrado esta semana en Madrid, su presidenta, Ángeles Delgado, resumió un año especialmente relevante para la compañía y esbozó las líneas que marcarán su evolución en los próximos ejercicios.
El punto de partida fue casi personal. Quince años compartiendo este encuentro navideño con la prensa, recordó, una cifra que se suma a otros aniversarios recientes que ayudan a contextualizar el momento de la empresa. Entre ellos, los 25 años del Foro España Japón, celebrado en octubre en Barcelona, y, sobre todo, los 90 años de Fujitsu, fundada en 1935 en Kawasaki. Tres números distintos, pero conectados por una misma idea de continuidad.
Ese hilo temporal sirvió para enlazar con los principios fundacionales de la compañía, formulados por su primer presidente, y que Delgado presentó como vigentes en un mercado muy distinto al de entonces: la pasión por la investigación y el desarrollo, la mejora continua y la atención al cliente final del cliente. Un marco que, según explicó, sigue impregnando el propósito actual de Fujitsu, centrado en generar confianza a través de la innovación con un enfoque de sostenibilidad.
Delgado aprovechó el encuentro para poner rostro a algunos de los cambios internos más recientes. La incorporación de perfiles más jóvenes, como Irene García Villoria, y el refuerzo de áreas estratégicas, como la unidad de Modernización liderada por Daniel Calvo, forman parte de un proceso de renovación que se refleja también en la composición global de la plantilla. De las cerca de 3.000 personas que forman Fujitsu Iberia, un tercio se ha incorporado en los últimos cinco años, un dato que apunta a una transformación progresiva del equipo.
El balance del ejercicio fiscal, que se cerrará en marzo, fue uno de los ejes centrales del discurso. Delgado calificó 2025 como “un año muy bueno” para Fujitsu, apoyándose en indicadores externos e internos. Entre ellos, los resultados del estudio Whitelane, uno de los análisis más amplios sobre outsourcing de servicios tecnológicos en Europa, donde Fujitsu ha ocupado por tercer año consecutivo posiciones de liderazgo en áreas como ciberseguridad, infraestructuras y cloud, servicios de puesto de trabajo, calidad del delivery y gestión de cuentas. La satisfacción media de los clientes se sitúa en el 86 %, siete puntos por encima de la media del mercado español.
A estos datos se suman los resultados del Net Promoter Score, con una puntuación de 77,1, muy por encima de la media europea del sector, y los indicadores de compromiso interno, que superan de forma sostenida el 70 % en las encuestas de employee engagement. La rotación voluntaria, situada en torno al 7 %, se mantiene por debajo de los niveles habituales de la industria, incluso en áreas con alta demanda de talento como ciberseguridad, analítica avanzada o inteligencia artificial.
El discurso puso especial énfasis en las políticas de personas como uno de los pilares del rendimiento. La diversidad de género en los puestos directivos alcanza el 37 %, por encima de la media del sector, aunque Delgado reconoció que aún insuficiente. A ello se añade una creciente diversidad cultural, con un 10 % de empleados de origen no español, mayoritariamente procedentes de América Latina, y un avance significativo en inclusión de personas con discapacidad, gracias al acuerdo con Fundación ONCE, que ya ha permitido incorporar a 25 profesionales, la mitad del objetivo fijado para 2030.
La atracción y desarrollo del talento joven también ocupó un espacio relevante, con la mención al programa Fujitsu Talent Academy, desarrollado junto a universidades públicas y privadas, y orientado a la incorporación temprana al mercado laboral. Un modelo que recientemente ha sido reconocido con el premio Top Company for Best Talent.
En paralelo, la sostenibilidad aparece integrada tanto en la gestión interna como en los proyectos tecnológicos. Fujitsu ha renovado por cuarto año consecutivo la certificación de huella de carbono de alcance 3 y mantiene su compromiso de cero emisiones netas en 2030 y 2040, incluyendo la cadena de valor. Más allá de los indicadores ambientales, Delgado destacó proyectos donde la tecnología actúa como habilitador de sostenibilidad, como el desarrollo de un gemelo digital del fondo marino del puerto de Barcelona, orientado a medir impacto ambiental y preservar la biodiversidad, o el proyecto b-Plastic, basado en blockchain, que permite trazar el ciclo de vida de los plásticos y generar mercados de compensación de emisiones.
El reconocimiento externo a estos esfuerzos se refleja en premios recientes, como el otorgado por CIONET al proyecto de genómica del Servicio Murciano de Salud, o los galardones individuales a profesionales de la compañía, entre ellos el de Ingeniera del Año concedido por el Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación.
En términos de negocio, las previsiones apuntan a un crecimiento del mercado ibérico de servicios tecnológicos en torno al 5 %, aproximadamente el doble del PIB, con Fujitsu creciendo por encima de esa media, hasta un 7 %. Algunas áreas presentan ritmos mucho más elevados, como ciberseguridad, con un crecimiento previsto del 60 %, datos e inteligencia artificial, en torno al 50 %, y datacenter, cerca del 10 %. Este desempeño sitúa a Iberia entre las regiones más rentables del grupo a nivel global.
El crecimiento se apoya tanto en clientes históricos, como CaixaBank o Jerónimo Martins, como en nuevas incorporaciones del sector privado, entre ellas empresas de distribución, industria y servicios, en línea con el objetivo de ampliar la huella fuera del sector público sin abandonar este último.
Mirando hacia adelante, Delgado presentó la estrategia “Ready for 2030”, estructurada en tres pilares: portfolio, personas y mercado. La inteligencia artificial atraviesa los tres. En el portfolio, mediante la integración de IA en servicios tradicionales y el desarrollo de nuevas soluciones en ámbitos como salud o justicia. En personas, a través del programa “AI for All”, diseñado para que la IA se convierta en una herramienta cotidiana para toda la organización, más allá de los perfiles técnicos. Y en mercado, con una aproximación más consultiva a los clientes, orientada a conectar la adopción tecnológica con impacto real en el negocio.
Esta orientación se refuerza con la entrada en nuevos sectores. El retail, apoyado en la adquisición de GK Software y su implantación en cadenas como DIA, y el ámbito de defensa, donde Fujitsu ha creado una unidad específica en el contexto de un mayor gasto europeo y una colaboración estratégica creciente entre España y Japón.
El cierre del discurso volvió a una idea recurrente: la confianza. La presidenta subrayó el papel de España como mercado estratégico para Fujitsu fuera de Japón, visible en la frecuencia de visitas de altos ejecutivos y en la elección de ciudades españolas como sede de reuniones globales. Un reconocimiento que se ha materializado también en premios como el Experience Japan Business Contribution Award, otorgado recientemente por la Cámara de Comercio de España en Japón.
Más allá de la compañía, Delgado vinculó este posicionamiento a una contribución más amplia, la de reforzar la credibilidad de España como exportador de servicios tecnológicos en un momento en el que este tipo de exportaciones gana peso en la economía. Una tendencia que Fujitsu canaliza desde centros como el Near Response Center, desde el que presta servicios a clientes de varios países europeos.
El encuentro concluyó con una idea clara que atraviesa todo el relato: continuidad, crecimiento y confianza como activos en un entorno global complejo. Un punto de llegada que, al mismo tiempo, deja abiertas las incógnitas del siguiente tramo del camino.
