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ADAS: las cinco tecnologías imprescindibles que elevan la seguridad en carretera

ADAS: las cinco tecnologías imprescindibles que elevan la seguridad en carretera

  • Los ADAS transforman la seguridad vial en España y Europa. Descubre las cinco tecnologías clave que anticipan riesgos y asisten al conductor.
Sistemas avanzados de asistencia a la conducción (ADAS)

En un contexto de movilidad cada vez más conectado e inteligente, los sistemas avanzados de asistencia a la conducción (ADAS) se han convertido en un elemento clave para reducir accidentes y mejorar la seguridad vial. Los vehículos de OMODA & JAECOO integran un ecosistema de asistentes que combina sensores, cámaras, radar y algoritmos inteligentes, capaces de anticiparse a riesgos y asistir al conductor en tiempo real.

Los ADAS no solo previenen colisiones, también reducen el estrés, optimizan la reacción en situaciones imprevistas y garantizan una experiencia de conducción más segura y eficiente. En este artículo repasamos cinco de las tecnologías más relevantes que marcan un antes y un después en la seguridad activa de los vehículos.

ADAS: un ecosistema tecnológico para la seguridad

La implantación de sistemas ADAS responde a la estrategia de la industria automovilística de la UE, que ha fijado objetivos ambiciosos en materia de reducción de siniestralidad. Desde 2022, la normativa europea obliga a que todos los nuevos turismos incorporen de serie ciertas funciones avanzadas de asistencia, como el frenado autónomo de emergencia o el asistente de mantenimiento de carril.

En este marco, marcas como OMODA & JAECOO han desarrollado plataformas interconectadas que permiten que cada asistente no funcione de forma aislada, sino dentro de un ecosistema que procesa datos en tiempo real. Gracias a la arquitectura electrónica de sus vehículos, estas funciones pueden actualizarse mediante software, lo que garantiza mejoras continuas y la incorporación de nuevas prestaciones durante toda la vida útil del coche.

Las cinco tecnologías ADAS clave

1. Frenada autónoma de emergencia (AEB)

Uno de los sistemas más efectivos en la prevención de accidentes frontales. Utiliza sensores y cámaras para detectar riesgos de colisión con vehículos, peatones o ciclistas. Si el conductor no reacciona, el sistema aplica automáticamente los frenos para evitar o mitigar el impacto. Su relevancia se acentúa en situaciones de tráfico denso o ante frenadas inesperadas.

2. Control de crucero adaptativo (ACC)

Permite mantener la velocidad seleccionada ajustándola automáticamente según la distancia con el vehículo precedente. Este asistente puede detener y reanudar la marcha en atascos, lo que contribuye a reducir la fatiga en viajes largos y mejora la fluidez en condiciones de tráfico variable.

3. Asistente de mantenimiento de carril (LDP)

Supervisa la posición del vehículo respecto a las marcas viales. Si detecta una desviación involuntaria sin señalización con intermitente, corrige la trayectoria de manera automática. Resulta esencial en trayectos prolongados, donde la atención del conductor puede verse afectada por el cansancio.

4. Alerta de tráfico cruzado trasero (RCTA)

Especialmente útil en maniobras de aparcamiento. Gracias a radares situados en la parte trasera, detecta la aproximación de vehículos por los laterales cuando se circula marcha atrás. Emite avisos visuales y sonoros que ayudan a prevenir colisiones en entornos con visibilidad reducida.

5. Detector de ángulo muerto (BSD)

Vigila las zonas laterales no visibles en los espejos retrovisores y alerta al conductor en caso de detectar otro vehículo en esa área. Las advertencias en los espejos laterales facilitan incorporaciones y cambios de carril más seguros.

Implicaciones para la movilidad en España y Europa

El despliegue masivo de ADAS tiene un impacto directo en la seguridad vial y en la transición hacia una movilidad más automatizada. Según la Comisión Europea, la implantación generalizada de estas tecnologías podría evitar más de 25.000 muertes en carretera y 140.000 heridos graves de aquí a 2038.

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En España, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha reforzado su apuesta por la digitalización de la movilidad y la incorporación de sistemas inteligentes en los vehículos como parte de su estrategia de reducción de accidentes. La integración de ADAS no solo contribuye a este objetivo, sino que también prepara el terreno para la llegada progresiva de la conducción autónoma.

Para las empresas del sector automoción, la adopción de estas tecnologías supone una ventaja competitiva. No solo elevan los estándares de seguridad, también mejoran la percepción de marca y responden a las crecientes demandas de los consumidores europeos, cada vez más conscientes del papel de la tecnología en la prevención de accidentes.

Un paso más hacia la conducción autónoma

Los ADAS representan la antesala de la movilidad autónoma. Su capacidad para procesar datos en tiempo real, aprender de diferentes escenarios y actuar con precisión anticipa un futuro en el que la intervención del conductor será cada vez menor.

El valor añadido radica en su integración: no se trata de sistemas aislados, sino de una red interconectada que evoluciona con actualizaciones continuas de software. Esto garantiza que los vehículos no solo sean seguros en el momento de su compra, sino que se mantengan actualizados con las últimas innovaciones durante toda su vida útil.

En definitiva, los ADAS son mucho más que asistentes: son la base tecnológica que está redefiniendo la seguridad vial y que permitirá avanzar hacia una movilidad más segura, inteligente y sostenible en España y en Europa.

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