En un movimiento poco habitual dentro del sector de la gestión de residuos, Ecoembes ha logrado la certificación ISO 27001, el estándar internacional más reconocido en materia de seguridad de la información. La organización, que coordina el reciclaje de envases en España desde hace más de dos décadas, se convierte así en el único SCRAP (Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor) en Europa con esta acreditación.
La certificación ha sido obtenida con el acompañamiento de Telefónica Tech, a través de su filial Govertis, especializada en consultoría de ciberseguridad y cumplimiento normativo. Según explican desde la compañía, el proceso ha incluido una evaluación inicial del estado de madurez de Ecoembes en materia de seguridad, auditorías internas y la implantación de controles correctivos para mitigar riesgos. El objetivo: asegurar que la organización dispone de un Sistema de Gestión de Seguridad de la Información (SGSI) conforme a los 93 controles que establece la norma ISO 27001.
Aunque la norma es ampliamente adoptada en sectores como el financiero o el tecnológico, su presencia en organizaciones medioambientales es todavía limitada. En este sentido, el caso de Ecoembes introduce un matiz relevante: la creciente digitalización de los procesos de trazabilidad, gestión de datos y cumplimiento regulatorio en el ámbito de la economía circular.
Según datos de la propia organización, más de 24.000 empresas —23.000 de envases domésticos y 1.000 de envases comerciales— confían en Ecoembes para la gestión de sus residuos. Esto implica una responsabilidad significativa en términos de protección de datos, especialmente en un contexto regulado por la Ley 7/2022 y el Real Decreto 1055/2022, que han ampliado las obligaciones de trazabilidad y reporte para las empresas.
“La ISO 27001 es una garantía que demuestra que contamos con un sistema sólido y probado que protege la confidencialidad, integridad y disponibilidad de los datos de nuestros clientes”, señala Ángel Luis Linos, gerente de Explotación y Seguridad en Ecoembes. La declaración apunta a una preocupación creciente entre los SCRAP: cómo integrar los requisitos de seguridad digital en un modelo de gestión que tradicionalmente ha estado más centrado en la logística física y el cumplimiento medioambiental.
Eduard Chaveli, responsable de Estrategia de Consultoría en Govertis, añade una lectura más estratégica: “La certificación es un distintivo muy reconocido a nivel comercial porque supone garantizar que la compañía tiene implementada la ciberseguridad orientada a los procesos y objetivos del negocio”. En otras palabras, no se trata solo de proteger datos, sino de alinear la seguridad con la operativa y la estrategia empresarial.
La obtención de la ISO 27001 se produce en un momento en que Ecoembes ha ampliado su ámbito de actuación. Desde 2025, la organización también gestiona envases comerciales, una actividad que hasta ahora quedaba fuera de su perímetro. Esta ampliación, derivada de los cambios normativos, implica una mayor complejidad operativa y, por tanto, una mayor exposición a riesgos tecnológicos y de cumplimiento.
Pese a que la certificación no es obligatoria, su obtención puede tener implicaciones prácticas. Por ejemplo, facilita la interlocución con administraciones públicas y grandes clientes, especialmente en licitaciones o auditorías. También puede actuar como un factor de diferenciación frente a otros SCRAP o modelos alternativos de gestión de residuos.
La ISO 27001 no es una garantía absoluta, pero sí un marco que obliga a las organizaciones a revisar de forma periódica sus políticas, procedimientos y controles. En este sentido, su valor no reside tanto en el certificado como en el proceso continuo de mejora que impone. Un aspecto que, según fuentes del sector, está ganando peso en la gobernanza de las organizaciones que operan en entornos regulados y con alta dependencia tecnológica.
Desde su fundación en 1997, Ecoembes ha gestionado el reciclaje de envases domésticos de plástico, metal, brik, madera, papel y cartón en España. En 2024, la organización recicló más de 1,5 millones de toneladas, un 5,4% más que el año anterior. Aunque su actividad no tiene ánimo de lucro, su estructura tecnológica y de datos se ha vuelto cada vez más sofisticada, especialmente tras la implementación de plataformas digitales de trazabilidad y control.
El caso de Ecoembes ilustra una tendencia más amplia: la convergencia entre sostenibilidad y ciberseguridad. A medida que los sistemas de reciclaje se digitalizan, la protección de la información deja de ser un asunto técnico para convertirse en un elemento estructural del modelo de negocio. La certificación ISO 27001, en este contexto, actúa como un indicador de madurez, pero también como una señal de alerta: los riesgos digitales ya no son ajenos al mundo físico del reciclaje.
