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Barcelona consolida su papel como epicentro europeo de la tecnología cuántica. La empresa Qilimanjaro Quantum Tech ha inaugurado el primer Quantum Data Center multimodal de Europa , un proyecto que integra infraestructuras de computación cuántica analógica y digital junto con capacidades de cálculo clásico. El centro, ubicado en el distrito de innovación de la ciudad, simboliza un avance estratégico en la carrera europea por desarrollar tecnologías cuánticas propias.
La instalación podrá albergar hasta diez ordenadores cuánticos y ofrecerá servicios a miles de usuarios en la nube. Esta arquitectura híbrida permitirá adaptar cada caso de uso al tipo de hardware más adecuado, desde el procesamiento analógico orientado a simulaciones físicas hasta los sistemas digitales destinados a optimización o inteligencia artificial.
“Este centro es mucho más que una instalación tecnológica, es un ecosistema abierto donde la industria, la investigación y las instituciones públicas pueden prepararse para el futuro”, afirmó Marta Estarellas, directora ejecutiva de Qilimanjaro Quantum Tech. Según la compañía, el salto no se limita a la infraestructura, sino a la capacidad de poner la computación cuántica al alcance de sectores productivos que hasta ahora la percibían como una promesa lejana.

Computación analógica y digital al servicio de la ciencia y la empresa
A diferencia de otros modelos centrados únicamente en hardware digital, Qilimanjaro apuesta por plataformas cuánticas analógicas que resultan especialmente eficaces en la simulación de moléculas, materiales o sistemas físicos complejos. Esta aproximación facilita avances en campos como la química computacional, la investigación de nuevos fármacos o el diseño de materiales sostenibles.
Combinada con el cálculo de alto rendimiento (HPC), esta tecnología también permite entrenar modelos de inteligencia artificial con menor consumo energético, una cuestión que gana relevancia en el debate sobre la sostenibilidad de la infraestructura digital global.
A través de su plataforma SpeQtrum, Qilimanjaro ofrecerá acceso remoto a estas capacidades mediante un modelo de Quantum-as-a-Service (QaaS) dirigido a empresas, universidades y centros de investigación de toda Europa.
Impulso institucional y apoyo empresarial
La creación del centro ha contado con apoyo del Departament d’Empresa i Treball de la Generalitat de Catalunya, a través de Avançsa, y con financiación de ACCIÓ, mediante sus líneas de ayudas a proyectos empresariales de I+D. También participa la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT), que respalda a Qilimanjaro desde su fundación en 2019.
“SETT no solo ha invertido en Qilimanjaro, sino que mantiene su compromiso para acompañarla en sus siguientes etapas de crecimiento, que ya la sitúan como una referencia europea en tecnologías cuánticas”, señaló José María García Orois, responsable de desarrollo de negocio de la entidad.
El ministro de Empresa y Trabajo del Gobierno catalán, Miquel Sàmper, destacó la dimensión estratégica del proyecto: “Qilimanjaro es un ejemplo de lo que somos capaces de lograr cuando el talento científico y tecnológico del país recibe apoyo y confianza. Trabajamos por un ecosistema digital sólido que atraiga inversión, retenga talento y genere oportunidades en todo el territorio.”
Europa busca su soberanía tecnológica
La inauguración del Quantum Data Center llega en un momento clave para la estrategia europea de soberanía tecnológica. Bruselas impulsa desde hace años la creación de una red de nodos cuánticos para reducir la dependencia de infraestructuras y software procedentes de Estados Unidos y Asia. En ese contexto, la iniciativa catalana refuerza la posición del sur de Europa como polo de innovación científica y empresarial.
Los avances de Qilimanjaro reflejan una tendencia más amplia: la convergencia entre investigación cuántica, inteligencia artificial y sostenibilidad. Las empresas comienzan a explorar casos de uso en optimización de redes energéticas, diseño de procesos industriales o mejora logística, ámbitos donde el ahorro de recursos y el tiempo de cálculo son determinantes.
Aunque la computación cuántica todavía enfrenta limitaciones técnicas —como la estabilidad de los qubits o el coste de refrigeración—, la puesta en marcha de centros como el de Barcelona evidencia una madurez creciente del sector y una voluntad política de trasladar la ciencia a la economía real.
Un modelo de colaboración entre ciencia, industria e instituciones
Más allá de su componente tecnológico, el nuevo centro de datos encarna un modelo de cooperación que combina inversión pública, apoyo institucional y emprendimiento científico. Esta triple alianza resulta esencial para acelerar la transición hacia una Europa digitalmente soberana y energéticamente eficiente.
Qilimanjaro, fundada en 2019 como spin-off del Barcelona Supercomputing Center y la Universidad de Barcelona, ha evolucionado de un proyecto de investigación a un actor con capacidad industrial. Su enfoque multimodal podría convertirse en referencia para futuras infraestructuras cuánticas continentales.
La compañía insiste en que el reto no es solo desarrollar máquinas más potentes, sino formar a la próxima generación de científicos e ingenieros cuánticos, crear estándares interoperables y garantizar un acceso equitativo a la computación de nueva generación.
Una infraestructura que anticipa el futuro
El Quantum Data Center de Qilimanjaro se presenta como un símbolo del cambio de escala que está experimentando la tecnología cuántica en Europa. Lo que hace una década era un campo de laboratorio comienza a integrarse en estrategias empresariales y políticas de innovación.
Al combinar ciencia básica, aplicaciones industriales y sostenibilidad, el proyecto barcelonés ilustra cómo la computación cuántica puede convertirse en un vector de competitividad y soberanía tecnológica. Su éxito dependerá ahora de la capacidad de consolidar alianzas y atraer talento, elementos esenciales para que Europa transforme su potencial científico en liderazgo industrial.
Editor en La Ecuación Digital. Analista y divulgador tecnológico con más de 30 años de experiencia en el estudio del impacto de la tecnología en la empresa y la economía.
