La nueva campaña publicitaria de Zoom, titulada Zoom Ahead , no se limita a promocionar una plataforma de videollamadas. Apunta directamente a una tensión persistente en los entornos laborales: la frustración con herramientas tecnológicas que, lejos de facilitar el trabajo, lo complican.
La compañía ha optado por una narrativa satírica, desarrollada junto a No Notes Productions, la productora del comediante Colin Jost, para subrayar una idea que, según ellos, ya es compartida por muchos usuarios: la tecnología debe funcionar, sin rodeos.
El anuncio principal, protagonizado por Bowen Yang (Saturday Night Live), se estrenará el 31 de diciembre durante los College Football Playoffs en Estados Unidos. Bajo el lema «¡Yo uso Zoom!», la pieza se presenta como una declaración de principios más que como una simple campaña de marketing. A lo largo de los primeros meses de 2026, se desplegarán acciones complementarias en medios digitales, redes sociales y eventos presenciales, incluyendo una aparición destacada durante la previa del Super Bowl.
Aunque el tono es humorístico, el mensaje tiene implicaciones más amplias. La campaña marca la primera vez que Zoom utiliza su propio nombre como verbo en una estrategia publicitaria, una decisión que no es casual. En palabras de Kimberly Storin, directora de marketing de la compañía, la frase «hacer un Zoom» refleja cómo la plataforma se ha integrado en el lenguaje cotidiano, algo que pocas marcas tecnológicas han logrado con tanta naturalidad.
Según datos del tercer trimestre del año fiscal 2026, Zoom mantiene un Net Promoter Score (NPS) de 58, una cifra que, según la compañía, lidera el sector. Más del 70 % de los encuestados destaca la simplicidad de uso, mientras que el 40 % valora especialmente su fiabilidad. En comparaciones directas, el 100 % de los usuarios consultados eligió Zoom Workplace frente a otras herramientas, aunque la metodología de esta comparación no ha sido detallada públicamente.
El respaldo del sector también refuerza esta narrativa. Zoom ha sido reconocida como “Customer’s Choice” en el informe Voice of the Customer de Gartner Peer Insights, y es una de las dos únicas empresas presentes tanto en el Magic Quadrant de UCaaS (Unified Communications as a Service) como en el de CCaaS (Contact Center as a Service). Este doble posicionamiento sugiere una estrategia de expansión más allá de las reuniones virtuales, hacia un ecosistema de colaboración más amplio.
El anuncio, dirigido por Mike Diva (también vinculado a SNL), se inspira en dos referencias culturales dispares pero significativas: el icónico spot de Apple de 1984 y la película El Club de los Poetas Muertos. El resultado es una especie de protesta dramatizada contra herramientas corporativas que, según la campaña, entorpecen más que ayudan. El guion no solo ridiculiza la complejidad innecesaria, sino que también pone en cuestión quién decide qué herramientas deben usar los empleados: los usuarios o los departamentos de IT.
Colin Jost, fundador de No Notes, lo resume con una frase que apunta al núcleo del mensaje: “De todas las opciones de reuniones virtuales, Zoom tiene sin duda el mejor nombre de marca. Nunca he dicho ‘Vamos a hacer un Teams’”. Más allá del guiño humorístico, la frase subraya una ventaja intangible pero poderosa: la apropiación cultural del nombre de la marca.
La campaña también sirve como escaparate para el actual portafolio de Zoom, que ha evolucionado hacia una plataforma AI-first. Además de las funciones tradicionales de comunicación (Meetings, Phone, Team Chat), Zoom ofrece herramientas de colaboración (Docs, Whiteboard, Tasks), productividad (Calendar, Mail), experiencia del cliente (Contact Center), y soluciones para ventas y marketing (Webinars, Events, Revenue Accelerator). Todas ellas integradas con AI Companion, su asistente basado en inteligencia artificial.
Este giro hacia una plataforma integral no es nuevo, pero sí se ha intensificado en los últimos trimestres. Frente a competidores como Microsoft Teams o Google Workspace, Zoom intenta diferenciarse no solo por su interfaz o estabilidad técnica, sino por una propuesta centrada en la experiencia del usuario. La campaña “Zoom Ahead” refuerza esta narrativa, aunque lo hace desde un ángulo poco habitual: el de la sátira.
El uso del humor como herramienta de posicionamiento no es frecuente en el sector de software empresarial. Sin embargo, en un mercado saturado de promesas de productividad y eficiencia, Zoom parece apostar por una aproximación distinta. No tanto por lo que dice, sino por cómo lo dice. Y eso, en un entorno donde la diferenciación es cada vez más difícil, podría marcar una diferencia real.
