Un apósito de bajo coste que detecta el cáncer de mama sin necesidad de pruebas invasivas. Esa es la propuesta con la que BioPatch se ha alzado como ganadora de la séptima edición de Innomakers4Health, el programa de innovación en salud impulsado por Wayra, Pfizer y la Fundación Pfizer. La competición, celebrada los días 24 y 25 de octubre en el campus 42 Madrid Fundación Telefónica, reunió a más de 100 emprendedores en torno a un reto común: cómo acelerar la adopción de biomarcadores mediante soluciones tecnológicas que los hagan más accesibles y útiles para la toma de decisiones clínicas.
Según los organizadores, esta edición ha contado con 21 equipos multidisciplinares que han trabajado durante dos jornadas en el diseño de prototipos funcionales. En la categoría ‘Early Innovators’, BioPatch destacó por su enfoque técnico y clínico: un dispositivo adhesivo capaz de medir la conductividad eléctrica de las células cancerígenas, lo que permitiría detectar tumores mamarios sin recurrir a mamografías u otras pruebas más costosas o invasivas. La categoría de ‘Startups’, sin embargo, quedó desierta.
El premio para BioPatch incluye 3.000 euros en metálico, acceso a un programa de mentorización de seis meses en Wayra y la posibilidad de desarrollar su proyecto en el InnomakersLAB, el hub de innovación que Pfizer y Wayra han puesto en marcha para acelerar soluciones tecnológicas en salud. No se trata solo de un reconocimiento económico, sino de una puerta de entrada al ecosistema emprendedor y clínico que rodea a las grandes farmacéuticas y corporaciones tecnológicas.
De acuerdo con los datos facilitados por la organización, Innomakers4Health ha consolidado su papel como plataforma de conexión entre talento emergente y el sistema sanitario. Irene Gómez Luque, CEO de Wayra, subrayó el valor de esta colaboración: “Desde Wayra, nos congratula ver el gran talento local y el interés generado por esta convocatoria para innovar en un sector clave en nuestra sociedad como es el sector sanitario”.
Sergio Rodríguez, presidente de la Fundación Pfizer, incidió en el carácter colaborativo del programa: “Innomakers4Health representa ese espíritu, un espacio donde la creatividad, la tecnología y el compromiso social se unen para dar respuesta a los grandes retos sanitarios de nuestro tiempo”. Rodríguez también destacó que la Fundación Pfizer busca fomentar el emprendimiento en salud facilitando acceso a conocimiento clínico y redes de colaboración.
Aunque el foco de esta edición estuvo en los biomarcadores, el trasfondo apunta a una cuestión más amplia: cómo integrar la innovación tecnológica en los procesos clínicos sin perder de vista la viabilidad, la seguridad y la utilidad práctica. En ese sentido, propuestas como la de BioPatch ilustran una tendencia creciente hacia dispositivos portátiles y soluciones no invasivas que puedan escalarse en entornos hospitalarios o incluso en atención primaria.
La elección de biomarcadores como eje temático no es casual. En los últimos años, su uso ha crecido de forma sostenida en oncología, neurología y enfermedades autoinmunes, pero su adopción clínica sigue siendo desigual. Parte del problema radica en la complejidad de su interpretación y en la falta de herramientas que los traduzcan en decisiones médicas claras. Por eso, iniciativas como Innomakers4Health buscan precisamente ese punto de encuentro entre ciencia, tecnología y aplicabilidad clínica.
Wayra, como brazo de innovación abierta de Telefónica, ha invertido más de 245 millones de euros en más de 1.100 startups desde su creación. Actualmente mantiene un portfolio activo de más de 530 compañías, de las cuales más de 200 colaboran con el grupo. Su participación en este tipo de programas responde a una estrategia de diversificación que busca no solo retorno financiero, sino también impacto en sectores estratégicos como el sanitario.
Pfizer, por su parte, mantiene una línea continuada de colaboración con startups y centros de investigación a través de su Fundación. La compañía, con más de 175 años de historia, ha reforzado en la última década su apuesta por la I+D abierta, especialmente en áreas como oncología, vacunas y terapias génicas. En este contexto, el InnomakersLAB se presenta como una extensión natural de esa estrategia, permitiendo a proyectos como BioPatch avanzar desde la idea hasta la validación clínica.
Aunque el premio económico es modesto en comparación con otras convocatorias, el verdadero valor para los participantes radica en el acceso a redes, conocimiento y visibilidad. Para muchos de ellos, se trata del primer paso hacia una posible colaboración con grandes actores del sector o incluso hacia una futura ronda de inversión.
La edición de 2025 confirma una tendencia que se viene consolidando desde hace años: la innovación en salud no se limita ya a laboratorios o universidades. Cada vez más, el talento tecnológico se incorpora a la resolución de problemas clínicos concretos, con soluciones que combinan hardware, software y ciencia de datos. Y aunque no todas las ideas prosperan, el ecosistema que se está formando alrededor de programas como Innomakers4Health apunta a una transformación más estructural.
Habrá que ver si BioPatch logra escalar su propuesta más allá del prototipo. Pero el interés generado y el respaldo institucional recibido sugieren que, al menos, ha dado un primer paso en la dirección correcta.
