Editor en La Ecuación Digital. Analista y divulgador tecnológico con…
La computación cuántica aún no ha alcanzado su madurez comercial, pero sus implicaciones en ciberseguridad ya están marcando decisiones estratégicas en el sector de las telecomunicaciones.
MasOrange ha completado con éxito la integración de tecnología quantum safe en su red óptica de transmisión, convirtiéndose en uno de los primeros operadores europeos en validar esta solución en una red operativa real.
Según anunció la compañía la solución implementada es Quantum-Safe Networks (QSN) de Nokia, basada en una infraestructura de clave simétrica (SKI) que cifra los datos a nivel de chipset en la capa óptica WDM. La validación se ha realizado sobre la red de transporte óptico en producción de MasOrange, sin necesidad de desplegar fibras adicionales, y permite enlaces cifrados de alta capacidad a lo largo de varios miles de kilómetros.
El objetivo declarado: proteger los datos en tránsito frente a amenazas tanto actuales como futuras, incluyendo los ataques que podrían llevar a cabo los ordenadores cuánticos. Aunque estos dispositivos aún no están disponibles a gran escala, la comunidad científica y tecnológica coincide en que su capacidad para romper los sistemas de cifrado tradicionales es una amenaza plausible en el medio plazo. El riesgo no es hipotético: los datos cifrados hoy podrían ser interceptados y almacenados para ser descifrados en el futuro, una práctica conocida como store now, decrypt later.
La tecnología quantum safe busca precisamente evitar ese escenario. En palabras de Pilar Puerta, directora del área de Transmisión de MasOrange, “la computación cuántica redefine las reglas del juego en ciberseguridad. En MasOrange no esperamos a que el riesgo sea una realidad: lo anticipamos”.
Más allá del componente técnico, la iniciativa tiene una dimensión regulatoria y geoestratégica. La solución de Nokia permite a MasOrange alinearse con las exigencias de las directivas europeas NIS2 y DORA, que refuerzan la ciberresiliencia y la soberanía del dato en sectores críticos. Esto incluye banca, sanidad, administraciones públicas e industrias que gestionan información sensible. La compañía asegura que su infraestructura ya está preparada para ofrecer servicios seguros extremo a extremo, desde redes metropolitanas hasta enlaces de larga distancia entre centros de datos.
El despliegue de esta tecnología también refuerza la posición de MasOrange frente a otros operadores que han anunciado iniciativas similares, pero que aún no han demostrado su viabilidad en redes reales. En este sentido, la validación en red operativa representa un paso diferencial. Matthieu Bourguignon, vicepresidente senior de infraestructura de red para Europa en Nokia, lo calificó como “un momento histórico para la resiliencia digital de España”.
El concepto de quantum safe no debe confundirse con la criptografía cuántica basada en distribución de claves cuánticas (QKD), una tecnología más compleja y con mayores limitaciones de escalabilidad. La solución adoptada por MasOrange se basa en cifrado simétrico robusto (AES-256) y gestión avanzada de claves, lo que permite una implementación más flexible y compatible con las infraestructuras actuales.
Aunque la computación cuántica aún está en fase de desarrollo, su impacto potencial ha llevado a instituciones como la Comisión Europea y el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de EE. UU. (NIST) a impulsar la transición hacia algoritmos resistentes a ataques cuánticos. El NIST, en particular, lleva años trabajando en la estandarización de criptografía post-cuántica, un proceso que se espera concluya en 2024. En paralelo, operadores como MasOrange están empezando a adaptar sus redes para ese nuevo escenario.
La decisión de MasOrange también responde a una lógica de anticipación estratégica. En un entorno donde la protección de la información es un activo competitivo, contar con una red preparada para resistir ataques cuánticos puede convertirse en un argumento de peso para clientes institucionales y corporativos. No se trata solo de cumplir con la normativa, sino de ofrecer garantías tangibles en un contexto de creciente sofisticación de las amenazas.
En contraste con otras soluciones que requieren cambios profundos en la infraestructura o que aún están en fase piloto, la tecnología implementada por MasOrange ha sido validada en condiciones reales. Esto permite su comercialización inmediata y su integración en servicios de conectividad segura para empresas y administraciones.
La compañía, que opera bajo marcas como Orange, Yoigo, Jazztel, MASMOVIL o Euskaltel, cuenta con una red de fibra óptica que cubre más de 31 millones de hogares y una cobertura móvil 5G que alcanza al 90% de la población. Con esta base, la adopción de tecnologías quantum safe refuerza su posicionamiento como proveedor de infraestructuras críticas, en un momento en que la resiliencia digital se ha convertido en una prioridad nacional y europea.
Queda por ver hasta qué punto otras operadoras seguirán este camino y cómo evolucionará la regulación en torno a la criptografía post-cuántica. Lo que sí parece claro es que la computación cuántica, aunque aún incipiente, ya está redefiniendo las reglas del juego en ciberseguridad. Y algunos actores, como MasOrange, han decidido moverse antes de que el tablero cambie por completo.
Editor en La Ecuación Digital. Analista y divulgador tecnológico con más de 30 años de experiencia en el estudio del impacto de la tecnología en la empresa y la economía.
