Las empresas que aún se encuentran en fase de prueba con la inteligencia artificial podrían estar perdiendo el ritmo. Según el nuevo informe Tech Trends 2026 publicado por Globant, la IA está dejando de ser un experimento para convertirse en un componente estructural de la transformación empresarial. El documento recoge cinco tendencias que, según la compañía, marcarán el desarrollo tecnológico en los próximos dos años.
La inteligencia artificial agéntica, la comunicación cuántica, la robótica avanzada, la inteligencia ambiental y la ciberseguridad basada en IA componen el núcleo del informe. Todas ellas apuntan a un cambio de paradigma: de la adopción puntual a la integración sistémica. Un giro que, de acuerdo con Globant, ya está empezando a generar retornos medibles en las organizaciones que han establecido marcos de gobernanza y estrategias claras de adopción.
El informe se publica en un momento en el que, según el estudio The GenAI Divide del MIT, la mayoría de las pruebas piloto con IA no logran escalar. Esta brecha entre experimentación y aplicación real sigue siendo un obstáculo para muchas empresas. Globant interpreta esta distancia como parte del proceso de madurez tecnológica. La IA, señala el documento, está abandonando su rol de herramienta auxiliar para convertirse en un sistema operativo empresarial.
Uno de los ejes del informe es la llamada IA agéntica. A diferencia de los asistentes tradicionales, estos agentes no se limitan a responder comandos, sino que ejecutan acciones de forma autónoma. En el sector retail, por ejemplo, Globant menciona su plataforma Enterprise AI 2.3 y el protocolo Agentic Commerce, que permiten a los agentes completar transacciones, personalizar ofertas y generar lealtad mediante interacciones conversacionales. La clave, según la compañía, está en la integración de datos operativos como inventario, CRM y puntos de venta.
Otra tendencia emergente es la comunicación cuántica. Aunque su adopción aún es incipiente, Globant sugiere que las empresas deberían comenzar a prepararse. La encriptación cuántica y la distribución cuántica de claves (QKD) prometen intercambios de datos ultra seguros. De acuerdo con Hyperion Research, el 18% de los ingresos globales por algoritmos cuánticos en 2026 provendrá de aplicaciones de IA, lo que anticipa una convergencia entre seguridad y procesamiento avanzado.
En paralelo, la robótica impulsada por IA está expandiéndose más allá de los entornos industriales. El informe cita aplicaciones en salud, logística e infraestructuras inteligentes. Precedence Research estima que el mercado global de robótica alcanzará los 280.000 millones de dólares en 2034. Lo relevante no es solo el tamaño del mercado, sino el tipo de sistemas que se están desarrollando: máquinas que aprenden, se adaptan y colaboran con humanos en tiempo real.
La cuarta tendencia, la inteligencia ambiental, plantea un escenario en el que la tecnología se vuelve prácticamente invisible. Mediante IA predictiva y edge computing, los sistemas ambientales anticipan necesidades y responden de forma contextual. Esta capa de inteligencia, que opera sin interfaz explícita, redefine tanto la eficiencia operativa como la experiencia de usuario.
En el ámbito de la ciberseguridad, el informe destaca un giro hacia modelos defensivos basados en IA. Aunque las organizaciones que ya utilizan IA para detección y respuesta logran reducir el coste medio por brecha en casi dos millones de dólares (según IBM), el 97% sigue enfrentando incidentes relacionados con IA, en gran parte por controles de acceso inadecuados. El uso ofensivo de IA por parte de atacantes —desde el reconocimiento automatizado hasta la generación de deepfakes— está acelerando la adopción de defensas predictivas y modelado proactivo de amenazas.
Diego Tártara, CTO global de Globant, resume el momento actual como un punto de inflexión. «En los últimos dos años, la IA dominó todas las conversaciones, pero ahora está evolucionando hacia un cambio real y tangible», afirmó. Según Tártara, las empresas que actúen ahora marcarán el ritmo de la próxima década.
Más allá del entusiasmo tecnológico, el informe plantea una exigencia estratégica: integrar la IA no como un añadido, sino como una capa transversal que reconfigure procesos, estructuras y cultura organizativa. La transformación digital, en este sentido, ya no se mide por el número de herramientas adoptadas, sino por la capacidad de convertirlas en inteligencia operativa.
El informe completo, disponible en inglés en la web de Globant, estará próximamente en español. Aunque se trata de una visión proyectiva, las cifras y casos presentados apuntan a una aceleración tangible. Las empresas que aspiren a competir en 2026 no solo deberán adoptar estas tecnologías, sino entenderlas como parte de un nuevo marco operativo.
