La preparación para la IA en empresas se está consolidando como un factor clave de diferenciación, según los datos del Cisco AI Readiness Index 2025 , basado en encuestas a más de 8.000 responsables de tecnología y negocio en 30 países.
El informe identifica un perfil dominante entre las compañías denominadas Pacesetters o Avanzadas: una integración completa de la IA en sus estrategias, infraestructuras preparadas para escalar y una visión clara sobre seguridad y gobernanza.
En España, sólo un reducido grupo de empresas se sitúa en este nivel de madurez. Estas organizaciones tienen nueve veces más probabilidades de trasladar sus pilotos de IA a producción y un 70% más de opciones de obtener valor medible respecto al resto, según el informe.
Preparación estratégica y presupuestaria: brecha entre España y líderes globales
El informe subraya diferencias significativas entre las empresas avanzadas a nivel global y las organizaciones españolas en todos los indicadores clave. Mientras el 99% de las compañías líderes cuentan con una hoja de ruta definida para la IA, en España este porcentaje desciende al 43%. Asimismo, solo el 21% de los encuestados en el país disponen de un plan de gestión del cambio frente al 91% de los Pacesetters globales.
En el plano financiero, las prioridades también difieren: el 79% de las compañías líderes consideran la IA como su principal foco de inversión, en contraste con el 18% de las españolas. Además, el 96% de las organizaciones avanzadas tienen estrategias de financiación tanto a corto como a largo plazo, un enfoque adoptado únicamente por el 29% de las compañías en España.
Infraestructura y escalabilidad: un obstáculo persistente
La infraestructura tecnológica es otro factor diferenciador. A nivel global, el 71% de los líderes aseguran que sus redes están completamente preparadas para escalar proyectos de IA. En cambio, solo el 12% de las empresas españolas afirman lo mismo. El 77% de los Pacesetters prevén invertir en capacidad adicional de centros de datos en los próximos doce meses; en España, este porcentaje se sitúa en el 45%.
El informe introduce el concepto de “deuda de infraestructura de IA”, que hace referencia a la acumulación de riesgos, sistemas obsoletos y carencia de financiación estructural, lo que frena el progreso tecnológico. En el caso español, un 47% de las organizaciones esperan un aumento de cargas de trabajo superior al 30% en los próximos tres años, mientras el 65% indican dificultades para centralizar datos. Solo el 18% cuentan con una capacidad de GPU suficiente para afrontar este crecimiento.
Madurez en innovación y producción: rezago en escalado de casos de uso
Un 62% de los líderes globales han desarrollado procesos repetibles para escalar la innovación con IA, y un 77% ya han completado casos de uso avanzados. En España, estas cifras se reducen drásticamente al 6% y 9% respectivamente. La falta de madurez en este aspecto dificulta la transición de pruebas piloto a implementaciones operativas, limitando el retorno de las inversiones tecnológicas.
También en la medición del impacto se evidencian carencias: el 95% de los Pacesetters realizan seguimiento del valor generado por sus iniciativas de IA, frente a menos del 25% en España. Mientras que el 71% de los líderes esperan que los casos de uso generen nuevas fuentes de ingresos, en España solo una cuarta parte de las organizaciones confía en ello.
Seguridad y gobernanza: un reto subestimado
El 87% de las compañías avanzadas muestran un alto nivel de conciencia sobre los riesgos específicos vinculados a la IA. En contraste, solo el 24% de las organizaciones españolas identifican estas amenazas como críticas. Este enfoque se traslada también a la práctica operativa: el 62% de las empresas líderes integran IA en sus sistemas de seguridad e identidad, frente a apenas el 16% en España. Además, tres de cada cuatro empresas avanzadas han implementado controles robustos para gestionar y proteger a los agentes de IA, un nivel de preparación que solo alcanza el 23% del tejido empresarial español.
Agentes de IA: altas expectativas, baja preparación
En España, el 79% de las organizaciones tienen previsto implementar agentes de IA y el 38% esperan que colaboren con empleados en el plazo de un año. Sin embargo, la falta de preparación técnica supone un freno evidente: más de un tercio de las empresas consultadas admiten que sus redes no están listas para escalar ante el aumento de complejidad o volumen de datos. Sólo el 12% describen su infraestructura como flexible o adaptable a las exigencias de los sistemas autónomos de IA.
Indicadores de presión a corto plazo
El informe advierte sobre señales tempranas que podrían limitar la evolución futura de la IA en las empresas españolas. Entre ellas, el incremento previsto de las cargas de trabajo (+30% en tres años), la dificultad para centralizar datos (65%) o la escasa disponibilidad de GPU (18%). Además, únicamente el 19% de las compañías encuestadas en España están en condiciones de detectar o prevenir amenazas específicas de IA, un aspecto crítico ante el despliegue de agentes autónomos.
Estos indicadores, combinados con una infraestructura poco flexible, sugieren una brecha creciente entre las aspiraciones en IA y la capacidad operativa real, que podría traducirse en una pérdida de competitividad si no se abordan con inversiones estratégicas y planificación estructurada.
