Con más de 100 millones de usuarios activos mensuales en países como Estados Unidos e India, el Modo IA de Google aterriza ahora en España. No se trata de una actualización menor, sino de una transformación en la forma en que las personas formulan preguntas al buscador y reciben respuestas. Una novedad que también afecta, de forma directa, a la manera en que las marcas deben construir su presencia online.
Según confirmó Google, esta funcionalidad ya está disponible en más de 200 países y territorios. España, Alemania e Italia figuran entre los últimos mercados incorporados. El sistema, basado en modelos multimodales avanzados, permite realizar consultas a través de texto, imagen o voz y devuelve resultados compuestos por explicaciones contextuales, tablas comparativas o sugerencias encadenadas. Para el marketing digital, esto implica un ajuste estratégico en tiempo real.
Del SEO por palabras clave a la intención compleja del usuario
Cada día se realizan más de 13.000 millones de búsquedas en Google, una cifra que refleja no solo volumen, sino también diversidad. Muchas de estas consultas son abiertas, extensas o encadenadas, y es aquí donde el Modo IA demuestra su capacidad. Ante una pregunta como “¿Qué métodos existen para preparar café? Haz una tabla con ventajas, dificultad y sabor”, la herramienta responde con una estructura comparativa y enlaces para profundizar.
En lugar de limitarse a listar resultados tradicionales, el sistema integra texto, imágenes y contexto, y puede incluso reformular preguntas automáticamente (“¿Cuál es el grosor ideal del grano?”). Esta dinámica introduce un cambio de paradigma: la interacción ya no parte solo de términos clave, sino de intenciones más complejas. Y esa sofisticación redefine cómo las marcas deben posicionarse.
Para los profesionales del marketing, el reto es doble. Por un lado, anticipar las búsquedas de los usuarios, muchas veces no literales ni directas. Por otro, generar contenido que no solo sea indexable, sino también inteligible para una IA que evalúa contexto, coherencia y utilidad.
Nuevas exigencias para el contenido: claridad, profundidad y actualización
Google ha reiterado que premiará el contenido útil, original y actualizado. El énfasis está en la calidad, pero también en la capacidad del contenido para responder a repreguntas, algo habitual en el Modo IA. En otras palabras, no basta con ofrecer información básica: hay que construir piezas que puedan sostener un diálogo implícito.
Por ejemplo, una marca que vende cafeteras no solo debe describir su producto, sino también prever dudas frecuentes (uso, limpieza, devoluciones) en formatos fácilmente legibles. De este modo, aumenta la probabilidad de que el contenido sea incluido en las respuestas generadas por IA.
La fiabilidad es otro criterio clave. Las respuestas del Modo IA se presentan como una extensión de la marca. Por tanto, cualquier error o desactualización puede dañar no solo el posicionamiento, sino también la percepción del usuario.
El auge de las búsquedas por voz e imagen
La expansión del Modo IA refuerza una tendencia que ya era visible: el crecimiento de las búsquedas no textuales. Con la cámara o el micrófono, los usuarios buscan productos, resuelven dudas o comparan alternativas sin necesidad de escribir.
Esto obliga a las empresas a revisar su biblioteca visual. Imágenes de producto, por ejemplo, deben contar con metadatos claros, formatos optimizados y descripciones precisas. Solo así serán interpretadas correctamente por los sistemas de IA y destacadas en las búsquedas multimodales.
A nivel técnico, es igualmente necesario estructurar correctamente los datos del sitio web. Los schemas y etiquetas deben estar alineados con las directrices de Google, visibles para los usuarios y procesables por máquinas.
IA Max y las nuevas estrategias de campañas automatizadas
Más allá del SEO, Google también está extendiendo el uso de la inteligencia artificial generativa a la publicidad de pago. IA Max, una funcionalidad aún en fase beta, se presenta como un complemento para las Campañas de Búsqueda. En lugar de limitarse a las palabras clave seleccionadas manualmente, el sistema amplía la cobertura a consultas emergentes.
Con el Modo IA, las búsquedas tienden a ser entre dos y tres veces más largas. En este escenario, IA Max utiliza los modelos de lenguaje de Google para adaptar el texto del anuncio a la intención específica del usuario y redirigirlo a la página de destino más relevante.
Según datos internos, los anunciantes que utilizan IA Max registran un incremento medio del 27 % en conversiones, manteniendo costes similares por adquisición. La herramienta está disponible a nivel global y puede activarse directamente desde Google Ads.
Aunque los anuncios generados por IA aún se están probando en el Modo IA en Estados Unidos, la evolución apunta hacia una integración total entre contenido, anuncios y respuestas generadas en tiempo real.
Prepararse para lo que viene: ventaja para quienes actúan antes
El despliegue del Modo IA en España no es una promesa futura, sino una realidad activa. La visibilidad de una marca en este nuevo entorno dependerá de su capacidad para adaptarse, no solo a nivel técnico, sino también estratégico.
Esto incluye replantear las estrategias de contenido, optimizar la arquitectura web, reforzar la precisión visual y considerar herramientas como IA Max para explorar nuevas formas de impacto.
El cambio de lógica —de resultados a respuestas, de palabras clave a contexto— no es menor. A medida que los usuarios interactúan con el buscador de forma más conversacional, las marcas tienen una ventana de oportunidad para posicionarse como fuente confiable, útil y visible en el nuevo modelo de búsqueda.
Estar presente cuando alguien pregunta ya no significa aparecer entre los diez primeros enlaces, sino formar parte de la respuesta en sí.