El presidente de AMETIC, Francisco Hortigüela, inauguró esta mañana en Santander el 39º Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones, una cita que volvió a consolidarse como el gran foro de referencia en España para analizar el presente y el futuro de la digitalización. Bajo el lema Digitalización, competitividad e impacto social: la gran ecuación, el evento reúne durante tres días a representantes de la industria, la academia y las administraciones públicas.
Un sector estratégico en transformación constante
En su discurso inaugural, Hortigüela recordó que la industria digital en España emplea a más de 700.000 personas y factura más de 138.000 millones de euros, lo que la convierte en un pilar económico de primer orden. Subrayó que la digitalización se ha convertido en un elemento estratégico comparable a la defensa o la autonomía energética, con un impacto directo en la competitividad empresarial, la geopolítica y la cohesión social.
El presidente de AMETIC repasó la trayectoria del encuentro, que alcanza ya casi cuatro décadas, y en el que se han anticipado transformaciones tecnológicas clave. En 2007 se debatió sobre el auge de los smartphones, en 2009 sobre el 4G, y en los últimos años el protagonismo lo han tenido el 5G y la inteligencia artificial. “La digitalización ha transformado los modelos de negocio, la economía, las relaciones sociales y las interacciones entre ciudadanos y administraciones”, señaló.
La “gran ecuación” de la digitalización
El encuentro de este año está centrado en lo que Hortigüela denominó “la gran ecuación”: cómo aprovechar la digitalización para mejorar la competitividad sin dejar de reducir las brechas económicas, sociales y territoriales. Entre los retos destacó la necesidad de reforzar la innovación, simplificar la burocracia y adaptar la regulación para que las empresas tecnológicas puedan escalar con mayor rapidez.
“La digitalización no solo es un motor de crecimiento económico”, afirmó, “también es clave para favorecer la inclusión, la accesibilidad, la vida independiente y garantizar la sostenibilidad del estado del bienestar”.
Una agenda marcada por innovación y geopolítica
La edición número 39 incorporó como novedad las tardes de Santander, un espacio de debate centrado en temas estratégicos como la digitalización en Iberoamérica, las relaciones entre Europa y Latinoamérica, las ciudades inteligentes, la geopolítica tecnológica, la ciberseguridad, el emprendimiento y el papel de la digitalización en la educación y la protección del menor.
Por las mañanas, las sesiones abordan asuntos clave para la economía y la sociedad: la reindustrialización apoyada en la digitalización, el papel de las pymes, los planes autonómicos y municipales de digitalización, la modernización de las administraciones públicas, así como el impacto de la digitalización en la salud.
También se analizan tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial, la computación en la nube, la robótica, la sensórica, la tecnología aeroespacial, los centros de datos y las tecnologías cuánticas, en el marco del Año Internacional de las Ciencias Tecnológicas Cuánticas de Naciones Unidas.
Participación y colaboración público-privada
El evento reúne a más de 120 ponentes, con más de 25 horas de contenido, la cobertura de 30 medios de comunicación, 400 asistentes presenciales y más de 1.000 participantes a distancia. Además, ofrece amplios espacios de networking para reforzar la colaboración público-privada y la cooperación con la academia.
En su intervención, Hortigüela agradeció la implicación de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, el Banco Santander, el Ministerio para la Transformación Digital y la Función Pública, el Gobierno de Cantabria, el Ayuntamiento de Santander y todas las empresas colaboradoras que hacen posible la continuidad de este encuentro.
España en el nuevo orden digital
El mensaje central fue claro: España debe posicionarse activamente en el nuevo orden digital global, marcado por la competencia tecnológica internacional, la necesidad de autonomía estratégica y la irrupción de tecnologías disruptivas. Para las empresas, la digitalización representa tanto un reto regulatorio como una oportunidad para ganar competitividad, aumentar la productividad y generar impacto social positivo.
El encuentro, que continuará hasta el miércoles, se mantiene como un foro decisivo para reflexionar sobre cómo afrontar la “gran ecuación” de la digitalización en un escenario global cada vez más competitivo y cambiante.
