Las tecnologías de inteligencia artificial y computación cuántica avanzan con una velocidad que ha puesto a los proveedores de infraestructura ante desafíos poco triviales. OVHcloud, uno de los actores europeos más visibles en este terreno, ha utilizado su Summit 2025 para desplegar una serie de anuncios que buscan responder a esas tensiones.
La compañía presentó novedades en gemelos digitales, aceleradores de inferencia, programas de adopción de IA agéntica para proveedores de software y su primera plataforma Quantum-as-a-Service. Todo ello acompañado de una declaración estratégica que apunta a una mayor expansión internacional.
Según los mensajes expuestos durante el encuentro celebrado en Madrid, al que asistieron más de 2.000 personas, los directivos de OVHcloud subrayaron que la presión regulatoria europea, la reconfiguración del mercado tras la irrupción de la IA generativa y la creciente preocupación por la autonomía tecnológica han redefinido las prioridades de clientes industriales y administraciones públicas. Ese diagnóstico fue central en las intervenciones de Octave Klaba, CEO y presidente del consejo, que insistió en la necesidad de crear demanda suficiente para sostener un tejido digital propio. La afirmación no es nueva, aunque ahora adquiere mayor peso por el contexto geopolítico actual.
Soluciones de IA y computación cuántica para un nuevo ciclo tecnológico
La palabra clave del evento fue cloud aplicada a los nuevos modelos de IA avanzada y computación cuántica. Los anuncios se agrupan en cuatro líneas de producto, cada una con implicaciones distintas para empresas que operan con cargas de trabajo complejas o que se preparan para la llegada de nuevas arquitecturas de cómputo.
El primer anuncio gira en torno a OmisimO, el chat de IA de OVHcloud, que ahora se apoya en el agente de codificación SHAI. Aunque este tipo de asistentes proliferan en el mercado, la compañía subraya que su propuesta no se limita a generar código. La integración con SHAI permite construir agentes capaces de coordinar tareas prolongadas o repetitivas, un enfoque que los directivos describieron como gemelos digitales profesionales. La expresión puede sonar ambiciosa, pero apunta a algo concreto: automatizar en un entorno controlado procesos que hoy requieren atención humana continua. Falta por ver qué sectores adoptarán antes esta aproximación, ya que la automatización asistida por agentes todavía provoca debate interno en muchas organizaciones.
La segunda pieza del anuncio se centra en la infraestructura para IA, donde la alianza con SambaNova incorpora nuevos aceleradores RDU diseñados para la inferencia a gran escala. Este movimiento busca ofrecer alternativas a los clusters de GPU tradicionales, cuyo coste y disponibilidad se han convertido en un cuello de botella para el sector. Las RDU, optimizadas para paralelización masiva, permiten operar modelos de IA con baja latencia o ejecutar cargas de batch de forma más previsible. No resuelven por sí solas el problema global de capacidad, aunque sí amplían el abanico de opciones para empresas que buscan diversificar hardware sin renunciar a un rendimiento estable.
OVHcloud y la IA como motor de transformación del software
Más allá del hardware, OVHcloud presentó el programa Get your SaaS ready for AI, orientado a editores de software que necesitan incorporar capacidades de IA agencial. La iniciativa incluye formación, intercambio de código, hackatones y un acceso privilegiado al marketplace OmisimO. Su objetivo declarado es acelerar la transición de los proveedores de SaaS hacia modelos que integren agentes autónomos en procesos internos y funcionalidades de producto.
Aunque la propuesta responde a una demanda evidente, también refleja la presión competitiva a la que están sometidos estos proveedores. Integrar IA no solo requiere capacidades técnicas, sino una reestructuración del ciclo de producto y, en algunos casos, un rediseño de la arquitectura empresarial. Que OVHcloud se posicione como acompañante en este proceso revela la importancia que otorga a la cadena de valor del software, tradicionalmente dominada por plataformas estadounidenses con mayor fuerza comercial.
El programa, según explican desde la compañía, persigue crear un espacio donde los editores puedan experimentar sin comprometer sus despliegues actuales. Lo curioso es que esta aproximación intenta resolver dos fricciones simultáneas: la falta de talento especializado y la incertidumbre regulatoria europea. Ambas condicionan el ritmo al que las empresas pueden adoptar modelos basados en agentes, especialmente en sectores con obligaciones estrictas de auditoría o protección de datos.
Quantum-as-a-Service y el avance hacia arquitecturas híbridas
El cuarto anuncio del Summit se dirige al ámbito cuántico, un terreno donde Europa ha aumentado su inversión en los últimos dos años. OVHcloud presentó su Quantum Platform, definida como la primera oferta europea de Quantum-as-a-Service accesible a través de la nube. La plataforma permite operar sobre la QPU Orion Beta de 100 qubits, desarrollada por Pasqal, y prevé incorporar ocho unidades adicionales antes de 2027, siete de ellas también europeas.
La introducción de una QPU accesible por API no convierte inmediatamente a los clientes en usuarios cuánticos avanzados. Sin embargo, simplifica el acceso a hardware que hasta ahora estaba restringido a programas de investigación. El movimiento intenta reducir una barrera que ha limitado la experimentación empresarial: la falta de entornos en los que probar algoritmos cuánticos sin inversiones propias en hardware. Aunque las aplicaciones industriales siguen en fase temprana, las empresas del sector financiero, logístico y energético han mostrado interés en escenarios de optimización y simulación.
Klaba destacó que la computación cuántica ofrecerá una frontera económica nueva y que OVHcloud quiere situarse en esa transición. La afirmación, pese a su carga prospectiva, conecta con una tendencia observable: la consolidación de plataformas híbridas que combinan computación clásica, aceleradores para IA y acceso remoto a QPU. Esta mezcla de arquitecturas es probable que marque el diseño de infraestructuras empresariales en la próxima década.
Expansión internacional y una estrategia de soberanía tecnológica
El Summit sirvió también para reafirmar la ambición internacional de OVHcloud. La compañía anunció la apertura de una nueva región 3-AZ en Berlín, que se suma a las recientes inauguraciones en París y Milán. Las regiones de tres zonas responden a la necesidad de resiliencia, un requisito cada vez más solicitado por grandes corporaciones alemanas y entidades financieras. Este tipo de despliegue no solo mejora la disponibilidad, sino que permite cumplir exigencias reguladoras asociadas a continuidad operativa.
La expansión territorial se combina con un discurso de soberanía digital que recorre toda la narrativa del grupo. Aunque no se trata de un concepto nuevo, su presencia parece más sólida en 2025. Empresas como LCH SA, Bitdefender, CommerzReal y el grupo Bouygues participaron en el encuentro con intervenciones centradas en seguridad, resiliencia y autonomía tecnológica. En cierto modo, fueron un recordatorio de que la demanda de servicios cloud en Europa ya no se define únicamente por el precio o el rendimiento, sino por criterios de gobernanza, proximidad y transparencia operativa.
El refuerzo del ecosistema es otro punto que la organización quiso destacar. OVHcloud explicó que trabaja con empresas emergentes, instituciones públicas y corporaciones cotizadas para facilitar colaboraciones que aceleren la transformación digital. La idea de proyecto colectivo, mencionada en la intervención final de Klaba, apunta a un elemento que a menudo se pasa por alto: la dificultad de mantener un ritmo de innovación sin un tejido industrial que acompañe.
En conjunto, los anuncios del Summit 2025 muestran la intención de OVHcloud de ocupar un espacio más amplio dentro de la cadena de valor tecnológica, desde la infraestructura para IA hasta el acceso cuántico y la modernización del software empresarial. Aunque algunos de estos movimientos están en una fase inicial, indican hacia dónde podría dirigirse el mercado europeo en los próximos años, especialmente si la convergencia entre IA y computación cuántica continúa acelerándose.
