
Editor en La Ecuación Digital. Consultor de Innovación y Estrategia…
La mayoría de los CEO en España prevé que la inteligencia artificial se convertirá en una fuente clara de retorno operativo en los próximos años. Según el IBM CEO Study 2025 , el 89% de los máximos responsables empresariales espera obtener beneficios concretos de la IA en eficiencia antes de 2027, reflejando una apuesta decidida por la automatización y la mejora de procesos.
El informe, elaborado por el IBM Institute for Business Value y Oxford Economics, recoge la visión de 2.000 directivos de 33 países, incluido el mercado español.
La encuesta, realizada a 2.000 líderes empresariales de 33 países entre febrero y abril de 2025, pone de manifiesto una tendencia clara: la inversión en inteligencia artificial se está acelerando.
A nivel global, los CEO prevén que la tasa de crecimiento de estas inversiones se duplicará en los próximos dos años. En España, el 58% de los ejecutivos afirma estar implementando agentes de IA con la intención de escalar su uso a toda la organización.
Crecimiento acelerado con estructuras tecnológicas fragmentadas
A pesar del optimismo en cuanto al retorno, el despliegue de la IA no está exento de complicaciones. El 57% de los CEO españoles reconoce que la velocidad con la que se ha producido esta transformación tecnológica ha derivado en una arquitectura desconectada, con sistemas que no se integran de manera eficiente. Esta problemática también afecta al entorno global, aunque en menor medida (50%).
El 73% de los ejecutivos en España considera esencial una arquitectura de datos integrada que facilite la colaboración transversal dentro de las organizaciones, una cifra superior al 68% global. Paralelamente, el 72% —idéntico porcentaje tanto en España como en el resto del mundo— destaca el valor estratégico de los datos propios de la empresa para aprovechar el potencial de la IA generativa.
Contratación y reorganización del talento alrededor de la IA
En línea con la transformación tecnológica, la mitad de los CEO españoles asegura estar contratando actualmente para puestos vinculados a la inteligencia artificial que no existían hace apenas un año. A nivel mundial, esta cifra se sitúa en el 54%. Además, aproximadamente el 30% de la plantilla requerirá reciclaje profesional en los próximos tres años, un fenómeno que se afrontará mediante la automatización, estrategia que adoptará el 75% de los directivos en España, frente al 65% global.
El estudio también revela que el 75% de los CEO españoles atribuyen el éxito organizativo a disponer de líderes con conocimiento estratégico y capacidad de decisión. Este dato supera la media mundial, que se sitúa en el 69%. Asimismo, tres de cada cuatro ejecutivos en España consideran que la diferenciación empresarial depende de colocar a las personas con conocimientos específicos en posiciones clave y con los incentivos adecuados.
Desfase entre expectativas de ROI y resultados reales
A pesar del entusiasmo por la IA, la rentabilidad inmediata sigue siendo un reto. Solo el 23% de los CEO españoles afirma que sus iniciativas de IA han logrado el retorno de inversión (ROI) esperado, en línea con el 25% global. Asimismo, solo el 16% de los proyectos a escala internacional se han implementado en toda la empresa.
Con el fin de corregir esta tendencia, el 63% de los ejecutivos españoles está priorizando casos de uso de IA con un retorno claro, y el 67% asegura contar con métricas definidas para medir su rendimiento. Estas cifras están alineadas con la media global (65% y 68%, respectivamente).
En cuanto al valor percibido más allá del ahorro de costes, el 45% de los CEO en España declara estar obteniendo beneficios adicionales de la IA generativa, por debajo del 52% a nivel global, lo que refleja una fase de madurez más incipiente.
Presión competitiva frente a cautela estratégica
El estudio de IBM también identifica una tensión creciente entre la necesidad de innovar rápidamente y el riesgo asociado a hacerlo sin una comprensión plena del valor que aporta la tecnología. El 58% de los CEO españoles admite que el temor a quedarse atrás frente a la competencia está impulsando decisiones de inversión en IA. No obstante, un 68% prefiere avanzar de forma más reflexiva, priorizando decisiones fundamentadas, incluso a costa de perder velocidad.
En relación con los presupuestos, el 65% de los directivos en España afirma tener dificultades para equilibrar la financiación de las operaciones actuales con la inversión en innovación. Solo el 53% considera que sus organizaciones necesitan una mayor flexibilidad presupuestaria para aprovechar oportunidades digitales a largo plazo, frente al 67% a nivel global.
Expectativas de crecimiento moderadas para la IA en expansión
Aunque la eficiencia sigue siendo el principal motor de inversión, también hay previsiones de retorno en crecimiento y expansión. A nivel global, el 77% de los CEO espera un retorno positivo en estas iniciativas para 2027. En España, la cifra se reduce ligeramente al 72%.
Por otro lado, el estudio recoge que solo un 37% de los CEO considera más ventajoso actuar con rapidez aunque implique errores, frente a un 64% que reconoce estar invirtiendo sin tener aún una visión clara del valor real de la IA. Este dilema se mantiene en el mercado español, donde la mayoría de los líderes opta por un enfoque más prudente.
Colaboración, liderazgo y datos, ejes críticos para el avance
Los resultados del informe sitúan a la falta de colaboración entre unidades organizativas como una de las barreras más relevantes para la innovación, junto con la aversión al riesgo y la escasez de experiencia especializada. En el caso de España, los límites presupuestarios figuran como el obstáculo más mencionado, por delante de la colaboración interdepartamental.
Tanto el liderazgo estratégico como el talento especializado emergen como factores esenciales para desbloquear el valor de la IA. La mayoría de los CEO confía en que una combinación de automatización, inversión en talento y mejora de la colaboración puede reducir la distancia entre las expectativas y los resultados reales de la inteligencia artificial.