
La mayoría de las empresas todavía no está preparada para afrontar las consecuencias que tendrá la computación cuántica sobre los sistemas actuales de cifrado, según ha advertido Redtrust, compañía especializada en la centralización y custodia de certificados digitales.
A partir de datos del proveedor Keyfactor, la compañía destaca que más del 57% de las organizaciones calcula que requerirá entre dos y cinco años para completar la migración hacia algoritmos postcuánticos, un plazo que refleja las dificultades existentes para abordar esta transición tecnológica.
La irrupción de ordenadores cuánticos capaces de vulnerar algoritmos criptográficos tradicionales como RSA o ECC plantea un riesgo tangible para la integridad y confidencialidad de la información digital, especialmente aquella con un ciclo de vida prolongado. Ante este escenario, Redtrust ha identificado las principales barreras que frenan la adopción de soluciones criptográficas postcuánticas en el entorno empresarial actual.
Desconocimiento, falta de talento y restricciones presupuestarias
Según el análisis realizado por Redtrust, las causas que más están obstaculizando la implementación de criptografía postcuántica en las organizaciones son:
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Desconocimiento técnico y estratégico: Aunque ya se han definido nuevos algoritmos resistentes a ataques cuánticos y se han empezado a consolidar los primeros estándares, muchas empresas no tienen claro cómo iniciar la transición ni qué pasos deben seguir. Esta falta de orientación limita las iniciativas de adopción temprana.
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Escasez de perfiles especializados: La criptografía postcuántica es un área técnica compleja, y todavía existen pocos profesionales con experiencia en su implementación. Esta falta de talento cualificado dificulta la elaboración de hojas de ruta y la integración segura en entornos operativos.
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Presión presupuestaria y prioridades inmediatas: En un contexto económico donde los recursos tecnológicos deben repartirse entre múltiples necesidades, la inversión en tecnologías postcuánticas aún no se sitúa entre las prioridades más urgentes. Sin embargo, Redtrust advierte que este enfoque puede ser insuficiente frente a una amenaza que ya comienza a tomar forma.
Amenazas reales: interceptar hoy para descifrar mañana
Uno de los riesgos que preocupa especialmente es el denominado “harvest now, decrypt later”, que consiste en la interceptación de comunicaciones cifradas hoy con el objetivo de descifrarlas en el futuro, una vez que la capacidad cuántica esté disponible. Esta estrategia pone en riesgo información crítica con valor a largo plazo, como datos de defensa, inteligencia o propiedad industrial.
Redtrust subraya que el impacto de la computación cuántica ya no es hipotético, y que los sistemas actuales de firma digital y cifrado dejarán de ser seguros cuando los ordenadores cuánticos alcancen un umbral operativo. “Hoy muchas organizaciones siguen firmando documentos con algoritmos que quedarán obsoletos en pocos años”, ha señalado Daniel Rodríguez, director general de la compañía. En su opinión, esta situación obligará a revisar, y en muchos casos, volver a firmar o cifrar documentación sensible para garantizar su validez futura.
Primeros pasos: esquemas de doble firma digital
Con el objetivo de facilitar la adaptación progresiva, Redtrust ha comenzado a trabajar en esquemas de doble firma digital, que combinan la firma actual con una segunda firma basada en algoritmos postcuánticos. Este enfoque ofrece una solución intermedia para preservar la integridad documental en el caso de que la llegada del “Día Q” —el momento en que la computación cuántica pueda romper los sistemas de cifrado actuales— se produzca antes de lo previsto.
La doble firma permite a las organizaciones asegurar sus activos digitales sin necesidad de reemplazar inmediatamente toda su infraestructura criptográfica, abriendo el camino hacia una transición ordenada. “Contar con un plan de adaptación bien estructurado permitirá minimizar riesgos, responder a futuras exigencias regulatorias y mantener la competitividad”, concluye Rodríguez.
Un proceso gradual con implicaciones regulatorias
Redtrust estima que la migración hacia entornos criptográficos postcuánticos será necesariamente progresiva y que llevará años completarla, especialmente en sectores que dependen de sistemas heredados o donde los procesos de certificación son complejos. La preparación anticipada, la formación técnica de los equipos y la colaboración con proveedores especializados serán factores determinantes para afrontar este cambio sin comprometer la seguridad ni el cumplimiento normativo.
En paralelo, los reguladores internacionales están comenzando a establecer marcos para la adopción de algoritmos postcuánticos, lo que añade una presión adicional sobre las empresas que operan en sectores críticos o bajo normativas estrictas de protección de datos y ciberseguridad.