
Editor en La Ecuación Digital. Consultor de Innovación y Estrategia…
La administración Trump ha cesado a Shira Perlmutter, directora de la Oficina de Copyright de Estados Unidos, apenas unos días después de que su oficina publicara un informe en el que planteaba reservas sobre el uso de obras protegidas por derechos de autor en el desarrollo de tecnologías de inteligencia artificial.
La medida ha suscitado una oleada de críticas desde el Congreso, especialmente entre los legisladores demócratas, que la califican de ruptura con las normas de independencia institucional.
Reacción tras un informe clave sobre IA
Perlmutter fue informada de su cese el sábado, según confirmaron dos fuentes conocedoras del asunto a CBS News, en una decisión que se produjo tan solo dos días después de que también fuera despedida Carla Hayden, la bibliotecaria del Congreso responsable directa de la supervisión de la Oficina de Copyright.
Ambas habían sido nombradas bajo el mandato anterior y ejercían funciones ligadas a la regulación de derechos de autor, especialmente relevantes en el contexto de la proliferación de sistemas de inteligencia artificial generativa.
El informe, publicado esta semana por la Oficina de Copyright y firmado por Perlmutter, advertía sobre la falta de consenso en torno a la cantidad de datos necesarios para entrenar modelos de IA. “Sigue siendo una cuestión abierta cuánto volumen de datos necesita un desarrollador de IA, y cuál es el efecto marginal de más datos sobre la capacidad de los modelos”, recogía el documento, el tercero de una serie centrada en la relación entre IA y propiedad intelectual.
Tensiones con el sector tecnológico
La reacción no se hizo esperar en el plano político. El congresista demócrata Joe Morelle, miembro de alto rango del Comité de Administración de la Cámara, denunció públicamente la destitución, calificándola de “maniobra de poder sin precedentes y sin base legal”. Según Morelle, el despido estaría vinculado a la negativa de Perlmutter a “dar luz verde” a iniciativas de Elon Musk para utilizar obras protegidas como materia prima en el entrenamiento de modelos de IA.
Musk, propietario de la empresa xAI y de la red social X, se ha manifestado recientemente en favor de la eliminación de las leyes de propiedad intelectual, una postura que ha generado inquietud en el sector editorial y cultural. En febrero, xAI presentó una oferta para adquirir OpenAI, que fue rechazada.
El vínculo entre estas tensiones y el despido de Perlmutter ha sido objeto de especulación. La ausencia de una explicación oficial por parte de la Casa Blanca alimenta las sospechas. Según documentos internos citados por POLITICO, la comunicación sobre el cese se realizó el sábado por la tarde sin argumentación pública por parte del Ejecutivo. Bloomberg también confirma la secuencia de hechos, señalando que el despido se produce en plena ofensiva del presidente Trump sobre estructuras institucionales ligadas al Congreso.
Un precedente institucional sin resolver
La Oficina de Copyright, dependiente de la Biblioteca del Congreso y compuesta por unos 450 empleados, tiene entre sus funciones el registro de obras, la administración de los derechos de autor y el asesoramiento técnico y legislativo en materia de propiedad intelectual. Su liderazgo recae legalmente en el director general, cargo que, según la legislación federal vigente, debe ser designado por el bibliotecario del Congreso.
En este sentido, la destitución de Hayden el jueves previo al cese de Perlmutter también ha generado controversia jurídica. Hayden fue confirmada por el Senado en 2016 para un mandato de diez años, por lo que su remoción anticipada plantea dudas legales que algunos congresistas consideran un quebrantamiento de la autoridad del poder legislativo, amparado en el Artículo Uno de la Constitución de EE. UU.
Impacto potencial en la regulación de la IA
La eliminación de ambas figuras ocurre en un momento en que Estados Unidos debate activamente el marco regulatorio aplicable al uso de contenidos protegidos en la formación de modelos de inteligencia artificial. El informe publicado esta semana planteaba interrogantes clave sobre la proporcionalidad en el uso de obras protegidas, así como el equilibrio entre innovación tecnológica y protección de los derechos de los creadores.
En ausencia de Perlmutter, se desconoce quién asumirá la responsabilidad de continuar estos trabajos técnicos y normativos, lo que podría retrasar decisiones legislativas y administrativas en un sector en rápido crecimiento. Como señaló el propio informe, no todos los expertos coinciden en que el incremento de datos mejore necesariamente la utilidad de los modelos en escenarios reales, lo que convierte la cuestión en un área crítica de análisis regulador.
Consecuencias para el ecosistema tecnológico y legal
A falta de una aclaración oficial, el cese simultáneo de las dos máximas autoridades en materia de copyright federal es interpretado como un movimiento de alto impacto en el tablero institucional de EE. UU., con implicaciones directas sobre la gobernanza de la inteligencia artificial.
La conjunción entre intereses empresariales, decisiones administrativas y marcos legales en evolución sitúa este episodio como un caso relevante para los observadores internacionales de políticas tecnológicas.
Mientras tanto, organizaciones del sector editorial y asociaciones de autores han expresado preocupación ante la posibilidad de que se debiliten las protecciones de derechos de autor en favor de intereses comerciales vinculados al desarrollo de tecnologías de IA.