La carga administrativa se ha consolidado como uno de los factores más disruptivos en la práctica médica diaria en España. Así lo confirma el informe Tandem: Estudio Pan-Europeo , presentado por Tandem Health, en el que participaron 200 médicos y 1.000 pacientes españoles. La encuesta evidencia que el 81% de los facultativos considera que los procesos de documentación clínica impactan negativamente en la calidad de las interacciones con los pacientes, reflejando una creciente preocupación por el equilibrio entre burocracia y atención asistencial.
Este estudio, llevado a cabo en agosto de 2025 por la firma Sensu en Suecia, Alemania, Francia y España, también recoge la percepción de 800 médicos y 4.000 pacientes en total.
En el caso específico de España, el 66% de los profesionales sanitarios considera que la documentación administrativa consume una parte excesiva de su jornada laboral, y un 59% reconoce sufrir retrasos en la elaboración de sus notas clínicas. Estos datos se suman a un sentimiento extendido entre los médicos: siete de cada diez muestran preocupación por la precisión y la exhaustividad de la documentación que completan, lo que pone en cuestión la calidad del proceso clínico y su sostenibilidad a largo plazo.
Impacto en la relación médico-paciente
Desde la óptica del paciente, las consecuencias son palpables. El 71% de los encuestados aseguró haber percibido que su médico estaba demasiado centrado en tareas administrativas durante una visita médica, lo que afectó su experiencia asistencial. Además, más de la mitad manifestó preferir que el facultativo dedique más tiempo a hablar con ellos o realizar exploraciones, en lugar de cumplimentar formularios o escribir en el ordenador.
Este distanciamiento entre médico y paciente tiene un efecto directo en la percepción de la calidad del servicio. El informe señala que cuando se rompe la continuidad de la atención interpersonal, se genera frustración y desconfianza entre los pacientes. De forma paralela, los médicos también perciben esa desconexión: un 78% considera que el volumen de tareas administrativas reduce de forma significativa el tiempo disponible para atender a sus pacientes.
Un sistema asistencial tensionado por la burocracia
La burocracia, aunque necesaria para garantizar trazabilidad y coordinación entre distintos niveles asistenciales, está tensionando el sistema sanitario y desplazando al médico de su núcleo profesional: el contacto directo con el paciente. Este desequilibrio no sólo erosiona la relación clínica, sino que incrementa el riesgo de errores, deteriora el bienestar profesional y compromete la eficiencia del sistema.
El informe también apunta a un segundo nivel de impacto: la documentación excesiva interfiere en la atención a lo largo de toda la cadena asistencial, desde la consulta primaria hasta la hospitalización. Aunque el fenómeno no es exclusivo de España, los datos recogidos muestran que la percepción de sobrecarga es especialmente alta entre los médicos españoles, con niveles similares a los observados en Francia.
IA como herramienta para reducir la carga administrativa
Ante este escenario, la inteligencia artificial emerge como una opción valorada positivamente por los profesionales sanitarios. Nueve de cada diez médicos españoles encuestados considera que la documentación clínica asistida por IA podría ser beneficiosa en su ejercicio profesional. Además, el 66% opina que tendría un impacto positivo en su calidad de vida laboral y un 73% afirma que podría mejorar la relación con sus pacientes.
Esta percepción encuentra respaldo también entre los pacientes: el 86% cree que la inteligencia artificial puede mejorar la calidad del cuidado recibido, lo que sugiere una aceptación creciente de la tecnología siempre que contribuya a reforzar la interacción humana, y no a reemplazarla.
Jorge Pérez Hermilla, director de Tandem Health en España, explicó que “la carga administrativa no solo quita tiempo, también nos aleja de lo más importante, que es la atención directa a los pacientes”. En su valoración, liberar al médico del exceso de tareas burocráticas permitiría recuperar el foco asistencial y mejorar la experiencia tanto del profesional como del paciente.
Una expectativa clara sobre la tecnología en salud
Aunque la digitalización sanitaria ha avanzado en múltiples frentes, la documentación clínica sigue siendo una de las áreas más manuales y menos automatizadas del sistema. Los datos del estudio sugieren que existe una expectativa creciente sobre el uso de inteligencia artificial para automatizar estos procesos, con beneficios tanto en eficiencia como en precisión.
El modelo que se vislumbra apunta a sistemas capaces de generar documentación clínica en tiempo real a partir de la interacción verbal médico-paciente, integrados en los sistemas de historia clínica electrónica. Si bien aún persisten barreras técnicas y normativas, la disposición mostrada por médicos y pacientes refleja una oportunidad para rediseñar la operativa diaria de las consultas, con el objetivo de reducir tiempos improductivos y mejorar la calidad asistencial.
Condiciones de la investigación y ámbito del estudio
El estudio “Tandem: Estudio Pan-Europeo” fue realizado en agosto de 2025 por la consultora Sensu, mediante una encuesta en línea a médicos y pacientes de Suecia, Alemania, Francia y España. En cada país se entrevistó a 200 médicos en ejercicio y a 1.000 adultos representativos por edad y sexo, seleccionados a través de un panel online verificado. Todas las respuestas pasaron por mecanismos de control de calidad para asegurar la fiabilidad de los datos.
Desafío estructural pendiente en la sanidad española
Los resultados del estudio ponen de relieve un problema estructural que afecta tanto al desempeño profesional como a la percepción ciudadana del sistema sanitario. La sobrecarga administrativa, reconocida por 8 de cada 10 médicos españoles, se ha convertido en un obstáculo para una atención sanitaria centrada en el paciente y sostenida en relaciones de confianza.
La implantación de tecnologías como la inteligencia artificial podría aliviar parte de esta presión, pero su efectividad dependerá de la forma en que se integre en los flujos clínicos, y de si logra liberar tiempo útil sin añadir nuevas complejidades. La solución, en cualquier caso, exigirá una revisión profunda de los modelos organizativos y de la infraestructura digital del sistema de salud.
