La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha publicado un análisis exhaustivo sobre la situación de las redes de comunicaciones electrónicas en los territorios extra-peninsulares —Canarias, Illes Balears, Ceuta y Melilla—. El informe aborda en detalle la cobertura de redes fijas y móviles, la competencia entre operadores y, de manera central, el estado de los cables submarinos que los conectan con la península.
Una dependencia estructural del cable submarino
La singularidad geográfica de estos territorios —insularidad en el caso de Canarias y Baleares, y ubicación norteafricana para Ceuta y Melilla— implica que todo el tráfico de voz y datos debe cruzar el mar. La conexión se realiza a través de cables submarinos que enlazan con la red troncal en la península, desde donde se distribuye al resto del país y al exterior.
El informe recuerda que estos enlaces son esenciales para garantizar la disponibilidad y calidad de los servicios de telecomunicaciones. Una interrupción en una ruta crítica puede dejar a un territorio prácticamente incomunicado, afectando desde servicios públicos y de emergencia hasta la actividad económica general. De ahí que la CNMC haya evaluado no solo la capacidad, sino también la resiliencia y antigüedad de los cables.
Contexto normativo y supervisión
La CNMC fundamenta este seguimiento en la Ley 3/2013, que le atribuye la supervisión de los mercados de comunicaciones electrónicas, y en la disposición adicional decimotercera de la Ley 2/2011, que establece un régimen especial para Canarias por sus características de lejanía, insularidad y dispersión poblacional.
Ya en 2015, el organismo emitió un informe centrado en Canarias, en el que se advertía de la falta de redundancia en la isla de El Hierro y se recomendaba el despliegue de un segundo cable. Desde entonces, la competencia y cobertura han mejorado, y se han planificado nuevos proyectos de cableado que justifican esta revisión más amplia.
Canarias: cobertura elevada en islas grandes, retos en las pequeñas
El archipiélago cuenta con 2,23 millones de habitantes (4,6 % de la población española) repartidos en ocho islas habitadas. Tenerife y Gran Canaria concentran el 82 % de la población, lo que facilita el despliegue de infraestructuras. Las islas más occidentales (La Palma, La Gomera y El Hierro) presentan menor densidad y una orografía más compleja, lo que encarece las instalaciones.
Banda ancha fija: diferencias por isla
La penetración de banda ancha fija en Canarias supera la media nacional en el conjunto de las islas, pero con importantes diferencias:
- Gran Canaria y Tenerife: cobertura y penetración muy elevadas.
- Lanzarote y Fuerteventura: niveles cercanos a la media española.
- La Palma y La Gomera: por debajo de la media nacional, con menor despliegue en zonas rurales.
La cobertura de redes de alta velocidad (≥ 100 Mbps) es del 98 % en Gran Canaria y del 97 % en Tenerife, pero baja al 75 % en La Gomera y al 70 % en El Hierro. Aun así, estas cifras superan la media de la Unión Europea en zonas rurales.
En competencia, Telefónica mantiene una cuota del 46,4 % en Canarias, muy por encima del 34 % nacional. En El Hierro y La Gomera no existe infraestructura de alta velocidad de operadores alternativos, que dependen del acceso mayorista NEBA FTTH.
Banda ancha móvil y 5G
En 4G, la cobertura es prácticamente universal. En 5G, las islas grandes igualan la media española, pero en la banda de 3,5 GHz (clave para altas velocidades y baja latencia) las diferencias son notables: cobertura del 26 % en La Palma y La Gomera, y casi nula en El Hierro.
La menor presencia de operadores alternativos en banda ancha fija repercute en la oferta móvil empaquetada, lo que explica también una cuota más alta de Telefónica en móvil (entre 8 y 10 puntos por encima de la media nacional).
Cables submarinos y resiliencia en Canarias
La conexión con la península se realiza exclusivamente a través de Tenerife y Gran Canaria. En 2024, Tenerife disponía de dos cables activos (PENCAN-8 de Telefónica y BASE-1a de Canalink) y Gran Canaria de tres (PENCAN-7, OPCIÓN-A y SAT-3). En 2026 se sumará un nuevo cable de Telefónica (PENCAN-10), financiado parcialmente con fondos europeos y del Plan de Recuperación.
Entre islas, Tenerife y Gran Canaria están unidas por seis cables, con competencia entre Telefónica, Canalink y CSC. Lanzarote y Fuerteventura cuentan con un anillo de Telefónica desde los años 90 que será reforzado en 2026 con un segundo anillo de Canalink. La Palma y La Gomera tienen conexiones redundantes solo en la red de Telefónica, mientras que El Hierro depende de un único cable hacia La Gomera. El nuevo enlace con Tenerife, que Canalink desplegará en diciembre de 2026, mejorará la seguridad, aunque no tendrá configuración en anillo.
La CNMC identifica varios tramos antiguos que superan los 30 años de servicio, como el Gran Canaria–Fuerteventura (1990) o La Gomera–Tenerife (1995), lo que obliga a planificar su renovación.
Illes Balears: alta cobertura, vulnerabilidad en islas menores
El archipiélago balear, con 1,23 millones de habitantes, concentra la población en Mallorca (77,7 %). Menorca e Ibiza tienen cifras más reducidas y Formentera apenas supera los 11.000 habitantes.
La cobertura de banda ancha fija y 5G es muy alta en Mallorca, Menorca e Ibiza. Formentera, por su tamaño y aislamiento, presenta más vulnerabilidad: en 2013, la rotura de su único cable provocó interrupciones durante semanas. Hoy dispone de rutas alternativas, pero la CNMC recalca la importancia de mantener la redundancia.
Las conexiones con la península parten de Mallorca, con competencia entre operadores, y las interinsulares combinan cables submarinos dedicados y tendidos eléctricos con fibras ópticas.
Ceuta y Melilla: alta cobertura, única conexión
Las ciudades autónomas tienen cobertura de banda ancha superior a la media nacional. Ceuta está conectada a la península (Cádiz) mediante un único cable de Telefónica instalado en 2006, y Melilla mediante otro, de 2001. Aunque ambos están dentro de su vida útil teórica, carecen de rutas redundantes. En caso de avería, la continuidad del servicio dependería de acuerdos de intercambio de fibras con otros operadores o de soluciones temporales como radioenlaces o satélite.
Antigüedad y vida útil de los cables
En Europa, el 42 % de los cables submarinos tienen más de 25 años. En Canarias, varios tramos interinsulares de Telefónica han superado ya esa edad, mientras que las rutas principales con la península están dentro de su vida útil.
La CNMC considera que, aunque la vida útil teórica sea de 25-30 años, la antigüedad debe ser un criterio para priorizar nuevas inversiones, ya que los cables más antiguos presentan menor capacidad y mayor riesgo de fallo.
Recomendaciones y perspectivas
La CNMC concluye que la disponibilidad de servicios en estos territorios es comparable a la península en las islas mayores, pero subraya la necesidad de:
- Renovar cables que superan su vida útil teórica.
- Reforzar la redundancia en rutas críticas como El Hierro, La Palma y La Gomera.
- Fomentar acuerdos de intercambio de fibras para garantizar continuidad del servicio.
- Mantener el seguimiento de los despliegues en curso hasta 2026 para evaluar su impacto en la competencia.
Aunque los proyectos previstos mejorarán la resiliencia y capacidad de las redes, la condición geográfica de estos territorios exige planificación anticipada y coordinación entre operadores y administraciones para evitar vulnerabilidades.
